Francia vivió su particular año de terror en 2015. En el momento de máxima expansión del denominado Estado Islámico, el país galo sufrió el golpe del yihadismo, primero en enero con el asesinato de 12 personas en la sede del semanario satírico Charlie Hebdo, y después, el 13 de noviembre, con el peor atentado de su historia: 130 muertos y más de 350 heridos tras los tiroteos en la sala de conciertos Bataclán de París, en varios restaurantes de la capital y cerca del Estadio de Francia.
El país vecino siguió sufriendo ataques terroristas de algunos lobos solitarios durante meses y el 14 de julio de 2016, el Día Nacional de Francia, un nuevo gran atentado volvió a sacudir a la sociedad francesa: un camión arrolló a cientos de personas en el paseo marítimo de Niza, causando 86 muertos y más de 430 heridos.