La batalla por el agua, clave en la Guerra Civil
Senda circular de 8 kilómetro por Paredes de Buitrago
Una ruta natural e histórica entre vestigios de la contienda
El antiguo municipio de Paredes de Buitrago, que hoy pertenece a Puentes Viejas, se encuentra en el valle bajo del Lozoya, lugar que tuvo una importancia estratégica durante la Guerra Civil española. Su control permitía el acceso al abastecimiento de agua de los dos principales embalses que surtían a la capital: Puentes Viejas y El Villar. De ahí que el entorno esté jalonado de multitud de restos bastante bien conservados (nidos de ametralladoras, puestos de mando, trincheras...) del denominado Frente del Agua, que ahora podemos visitar en una ruta natural e histórica de poco más de dos horas de duración.
La importancia de los recursos hídricos provocó que el ejército republicano y el franquista dedicaran miles de soldados a defender sus posiciones, estabilizando el frente y situando las tropas de ambos bandos en hitos fortificados separados por escasos centenares de metros. La ruta, que pertecen al plan de yacimientos visitables de la Comunidad de Madrid, parte del propio pueblo de Paredes en dirección sur. Al llegar a la carretera M-315, habrá que girar a la derecha y desviarse poco después por el camino en el que comenzaremos a ver enseguida vestigios de la batalla: un observatorio y un nido de ametralladoras, ambos del bando republicano, que contenía el avance del ejército nacional proveniente del norte.
Poco después cruzaremos la llamada "línea de frente", que separaba los dominios de los contendientes, y comenzaremos a ver los antiguos refugios y puestos de mando de los sublevados. Podemos contemplar que había diferencia en la estructura de las construcciones: las del ejército republicano presentaban una abertura segmentada y las franquista una continua. Las trincheras, cavadas en profundidad, permitían disparar al enemigo cubriendo el cuerpo de los disparos y permitiendo el desplazamiento con cierta seguridad por el terreno. Actualmente están casi totalmente tapadas por tierra. Las líneas de frente discurrían a lo largo de un frontal de varios kilómetros, como se puede observar por la zigzagueante longitud de las trincheras.
Mapa de la ruta
Al mando de las tropas franquistas se encontraba el general García Escámez y el comandante Rada con el centro de mando en el cerro de Piñuécar. Las tropas republicanas, a las órdenes del general Carlos Bernal y dirigidas desde el cerro El Portachuelo, detuvieron inicialmente la ofensiva.
El camino nos dirige hacia el este, en el momento en el que alcanzamos el punto más alto de la ruta, justo cuando la senda abandona el pinar. Encontraremos dos nidos más de ametralladora y bajaremos ya hacia nuestro punto de partida por una senda que transcurre entre fresnos.
Longitud: 8,2 km.
Tiempo estimado: 2h 15min.
Desnivel acumulado: 120 m.
Dificultad: Fácil
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