Cuando se sale de Madrid por la A2, a la altura de Alcalá de Henares, se puede ver a lo lejos, a nuestra derecha, una serie de montículos, unos más pelados, otros más frondosos, que son para muchos unos grandes desconocidos pero que forman un magnífico espacio natural de más de 800 hectáreas en el que podemos encontrar hábitats naturales de lo más variado.
Los Cerros de Alcalá de Henares, monte de utilidad pública desde el años 2000, se extienden junto a la margen izquierda del río Henares, al sur de la ciudad complutense. Bosques, río, cortados, zonas de cultivo, pastizales... un mosaico de espacios en los que crecen sobre todo arbustos y matorrales (taray, barrilla, moríscola, espantalobos) a la somba de pinos de repoblación. En cuanto a la fauna, este es territorio de rapaces que anidan en los cortados yesíferos, mientras que por las aguas se mueven galápagos leprosos o culebras de escaleras, que comparten pastos con zorros o conejos.
Partiendo del aula de la naturaleza existente en el parque, podemos atravernos con cualquiera de las cuatros rutas disponibles, tanto a pie como en bici, puesto que las distancias oscilan entre un paseo de 35 minutos y una senda más específica de 10 kilómetros. Vamos con ellas.
Mapa de las cuatro rutas de Los Cerros
La Ruta de los Tarayes es la más sencillla de todas, con una distancia de 2,5 km. (35 minutos), que permite conocer ambientes naturales y antropizados de Los Cerros. También se puede observar la recuperación del antiguo vertedero de residuos de la ciudad, el río Henares, las vaguadas y cortados, los pinares y los tarayales característicos de esta parte de Los Cerros.
La Ruta del Castillo Árabe, de 8 km. (ida y vuelta, cerca de 4 horas), toma el camino de la Alvega entre vegetación de ribera y bordea el cerro Malvecino. Se alcanza después la fortaleza de Qal'at' Abd – Salam, construida a mediados del siglo IX, y que formó parte del sistema de defensa de Toledo. Desde lo alto de las ruinas árabes podemos contemplar la belleza de Qal'at o Alcalá, o parajes pintorescos del parque como el Monte de la Tortuga, el Malvecino o el río Henares.
La Ruta del Ecce-Homo es la más larga propuesta. Sus 10 km. (ida y vuelta, unas 5 horas), presentan unas bonitas vistas panorámicas y un alto interés botánico. Desde el Camino de los Catalanes entre pinares, se enlaza con el Barranco de la Zarza y la senda asciende al Ecce – Homo o Pico de la Vera Cruz. En su base se ubica la Cueva de los Gigantones o del Champiñón. Se cuenta que el 3 de mayo de 1118 se apareció en lo alto del cerro una cruz luminosa que animó a los cristianos a realizar el asalto definitivo a la conquista de Qal'at' Abd – Salam. Desde lo alto del pico Ecce Homo se disfruta de un bello paisaje: Somosierra – Ayllón, Madrid, Guadalajara, Daganzo, Meco, Camarma y por supuesto, Alcalá de Henares.
La Ruta de la Puerta Verde, también circular (5,2 km., unas 2 horas y media), permite disfrutar de las vistas que ofrece el mirador de la Puerta Verde. Antes atravesaremos las mismas vaguadas que la Ruta de los Tarayes, para después ascender entre pinares. La zona más elevada de la ruta dirige el sendero a través de los pinares más cerrados y elevados del parque, donde se respira una gran tranquilidad. Debido a las características del trazado, esta ruta no es aconsejable para ciclistas.