Para salir mugiendo

Cuentan en su página web que su nombre se debe a que "en el pasado siglo, si alguien paseaba por la calle Blanca de Navarra, aparte de oír el bocinazo de un automóvil, la conversación de un grupo de vecinos o el sonido seco de un portón al abrirse o cerrarse, se podía escuchar el mugido de una vaca.

En el número ocho se ubicaba una vaquería y, cada mañana, la leche fresca de sus vacas se distribuía en botellas de cristal por las viviendas del entorno". Pues bien, con la intención de mantener vivo ese recuerdo, no sólo el nombre, sino también los alimentos naturales son seña de identidad de La Vaquería Suiza (como ya hemos dicho, Blanca de Navarra, 8).

Comida sencilla, rica y sana, en un ambiente íntimo y tranquilo, con una decoración y un mobiliario que mezcla toques vegetales e industriales, donde también podemos leer un libro tomando una copa o disfrutar de exposiciones temporales de obras que, por cierto, están a la venta.

VELADA CÁLIDA

En nuestra visita, disfrutamos de una velada cálida, con luz tenue, sin hilo musical de fondo, en la que recibimos un trato correcto y cordial. Tres personas. Para compartir, una suave y natural ensaladilla rusa y papas con cheddar y bacon. Después, tres principales, también para compartir: un tiernísimo rosbif templado con una sabrosa salsa de oporto, crepes de lacón con jamón y tomate, también muy natural, y un sencillo pollo con curry y arroz al que quizá le faltaba algo de contundencia.

Para finalizar, dos espectaculares postres: una potente tarta de queso y un delicioso coulant de chocolate (que ellos llaman fondant). Todo ello, con bebidas, por poco más de 20 euros por persona. En definitiva, un espacio confortable, una carta no excesivamente larga -lo cual se agradece- y la seguridad de estar probando una cocina natural. Ofrecen además platos del día, brunches y su espacio está abierto a eventos y fiestas privadas.

La Vaquería Suiza

De L a V: de 11.00 a 01.30

S: de 12.00 a 01.30

D: de 12.00 a 20.00

Teléfono: 91 310 62 42