El presidente del Congreso, Jesús Posada, se ha mostrado contrario a que la Cámara Baja, como institución, controle la actividad y los viajes de los diputados y ha avanzado que él seguirá defendiendo que un diputado nacional pueda moverse por España "con toda libertad".
"Yo no pienso ejercer de controlador de la labor de los diputados", ha garantizado Posada, que ha reconocido que en los últimos días se han conocido algunos hechos "verdaderamente anómalos" que han puesto "en cuestión" el actual sistema por el que el Congreso paga los viajes de partido de los diputados.
Posada ha recordado que el actual sistema, vigente desde 1977, ha funcionado "bastante bien", ya que los diputados, aunque son elegidos por una circunscripción, son diputados nacionales, y pueden ejercer su actividad en todo el territorio nacional, manteniendo reuniones o entrevistas con colectivos sociales o políticos.
"No soy partidario de controlar la actividad del diputado que, en algunos casos tiene un carácter que, si no es secreto, al menos discreto. No me parece que deba ser la Presidencia, ni el Congreso en general el que haga ese control cuando se trata de actuaciones políticas que se hacen desde cada partido", ha insistido.
Posada sí se ha mostrado dispuesto a escuchar las propuestas que le hagan las fuerzas políticas, o la posibilidad de que sean los propios grupos parlamentarios los que controlen la actividad de sus diputados.
"Me parece que los grupos pueden estar mejor preparados y son más idóneos para controlar la actividad de los diputados", ha subrayado, que ha defendido que sea el Congreso el que pague los desplazamientos a actos de partido de los diputados.