La noche del 23 al 24 de febrero de 1981, por unas horas, la incipiente democracia española estuvo en peligro de muerte. Un grupo de militares asaltaron el Congreso de los Diputados con el objectivo de reinstaurar una dictadura militar seis años después de la muerte de Franco. El fracaso del golpe de Estado puso fin a la larga secuencia de pronunciamentos militares que habían caracterizado la historia de España de los dos últimos siglos.
Dos décadas más tarde, un grupo de protagonistas de los hechos, entre ellos algunos de los golpistas, hablan sobre su papel dentro de la insurrección militar.