Semana blanca
En el vestuario madridista se repite una frase que se convierte en máxima: 'aún no hemos ganado nada'; pero la temporada del Real Madrid ha dado un giro en una semana de victorias en partidos que te acercan al éxito o te empujan al fracaso. El doble triunfo ante el Barcelona y la conquista de Old Trafford sitúan al equipo de José Mourinho en un nuevo panorama.
Transitaba el Real Madrid por un camino de inestabilidad, con nueve pinchazos ligueros -cinco derrotas y cuatro empates-, rebajando el poderío mostrado en Liga de Campeones en las dos temporadas de Mourinho superado en la fase de grupos por el Borussia Dortmund y dejando como un pasado más lejano del que realmente es, la Supercopa de España que arrebató al Barcelona en el primer título de la temporada.
Las derrotas traen malas noticias y generan inestabilidad pero nunca propiciaron la duda del presidente Florentino Pérez en una apuesta tan fuerte como Mourinho. Al entrenador portugués le entregó todo hace dos años y medio. En los momentos más bajos no se ha dudado de su modelo y cuando el Real Madrid se vio al filo del abismo respondió con carácter.
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