La biblioteca del Ateneo, punto de encuentro y saber
La biblioteca del Ateneo es realmente algo especial. Un lugar que no podía faltar en un club de intelectuales. Uno de los primeros bibliotecarios fue Mesonero Romanos, el gran cronista de Madrid, que consiguió recopilar más
de 14 000 volúmenes.
Cuando el Ateneo se vino a este edificio hubo que organizar todo ese montón de libros, colocándolos en estas salas y en los pasillos ¡desde el suelo hasta el techo! Por aquí pasaba más gente que los domingos por el Retiro.
Esta biblioteca tenía, incluso, servicio de catering. ¿Que querías un café? Pues levantabas la mano y te lo traían. Cada mesa tiene su cenicero y antes de que se prohibiese el tabaco aquí podías estudiar unas oposiciones y, a la vez, pillar
un bonito enfisema.
Se dice que, si te preparas aquí los exámenes, apruebas seguro. ¿A qué esperáis? ¡La biblioteca os está esperando!
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