En el Museo del Aire podemos deleitarnos con una maqueta magnífica. Es la máquina con la que Diego Marín consiguió volar por primera vez en la Historia. Diego Marín era un pastor de Burgos que, en tiempos de Carlos IV, se pasaba las mañanas estudiando los buitres y las águilas. Convenció al herrero del pueblo para construir una estructura de alas articuladas para colocar plumas encima.
Tras 5 años de trabajo, se subió a la torre más alta del castillo de su pueblo con las alas a cuestas, y saltó. ¡Voló 300 metros y realizó el primer aterrizaje forzoso de la Historia! Sus vecinos quemaron el invento por diabólico. Pura metáfora de España.
Mil años antes, un tipo llamado Abbás ibn Firnás, construyó una especie de ala delta y saltó desde una torre. Se pegó un leñazo pero volar, voló. Fuera Marín o fuera Firnás, el primer vuelo fue… español