Adiós al bar El Burladero... y a sus azulejos en el número 19 de la calle Echegaray
Este bar de copas amante de los toros y el flamenco dijo adiós, también por culpa del coronavirus, a finales de septiembre, entrando en el 'club' de locales míticos que han desaparecido en este 2020 en Madrid
Los azulejos que decoraban su entrada desde hace 24 años viajan a México, vendidos a un cliente que quiere llevar a su país su versión de El Burladero
El Burladero no tiene quizá el nombre o la transcendencia de otros locales madrileños como Joy Eslava, Hontanares, Hard Rock o Zalacaín, pero también forma parte de este triste 'club' de bares, discotecas, pubs, cafeterías o restaurantes de Madrid que han dicho adiós en este 2020. Todos tienen un culpable en común, el dichoso coronavirus que tantos problemas económicos está generando a la hostelería madrileña.
La desaparición de El Burladero, lamentablemente, pasó algo desapercibida a finales de septiembre, momento en el que hizo público un comunicado para anunciar su marcha. Eran días en los que los madrileños estaban más preocupados por las restricciones a la movilidad y a la actividad que se estaban implantando en Madrid, ya inmersa en la segunda ola del coronavirus (el pico se alcanzó el 29 de septiembre), por lo que el cierre de un local de copas pasaba a segundo plano en los medios de comunicación. Sin embargo, fueron muchos, amantes del bar, los que lamentaron su marcha. Y ahora, de hecho, otros tanto echan de menos algo más que tomarse una copa en su interior.
Situado en el número 19 de la calle Echegaray, al pasar ahora por la puerta de El Burladero nos encontramos con un bar cerrado a cal y canto. Una firma grafiteada hace compañía. Pero faltan unos elementos fundamentales que eran la seña de identidad del pub: los azulejos que adornaban la pared a ambos lados de la puerta. A la izquierda, la plaza de toros de La Maestranza de Sevilla. A la derecha, la Monumental de Las Ventas. Señas de identidad de un bar amante de los toros que se han ido de Madrid para siempre. Su destino, México.
Uno de los dueños del local, Baudi, cuenta a Telemadrid.es que decidieron vender los azulejos a un cliente, viejo conocido del local, que quiere crear una versión de El Burladero en México. "Vendimos los azulejos por la misma cantidad que costaron", dice Baudi (conocido así "en Madrid e, incluso, en México"). El Burladero iba a cumplir en Madrid 26 años de vida y los azulejos han acompañado su historia casi desde el principio, desde 1996. Firmados por Augusto Arana, no contaban con ningún tipo de protección patrimonial.
Sí se mantienen los azulejos de la parte de arriba del local, con la Giralda de Sevilla y la Torre de Colón de Madrid, que decoran la ventana con doble arco de estilo árabe que preside la entrada. Tienen, cuenta Baudi, muchos más años de historia y "cualquier día viene uno que no los quiere para el local que monte y los tira".
La pérdida de los azulejos de El Burladero es un duro golpe para una zona castiza que tiene estos elementos decorativos como seña de identidad, entre la calle Echegaray y la plaza del Ángel. Hay que recordar que Los Gabrieles, en el 17 de Echegaray, tiene en su interior la llamada 'Capilla Sixtina' de los azulejos en Madrid. Cerrado desde hace años, sí cuenta con protección patrimonial.
El coronavirus tiene la culpa
"No nos hubiera gustado nunca dar esta noticia, pero lamentablemente, familia, después de más de dos décadas rodeados de cientos de amigos y noches inolvidables en el corazón de Madrid, nos vemos obligados, debido a la situación actual, a cerrar definitivamente nuestro Burladero. Muchas gracias a clientes y amigos y espero que algún día nos volvamos a encontrar. Mucha salud para todos". Así se despedía en un comunicado El Burladero el pasado 27 de septiembre en su cuenta de Facebook.
Nos cuenta Baudi que "el casero dijo que no nos renovaba". "Es una época complicada y lo que viene no va a ser mucho mejor. La Covid va a seguir ahí y la vacuna no va a ser milagrosa", añade para indicarnos que él y su socio Manolo descartan volver al negocio del ocio nocturno: "Estamos en stand by y a ver qué pasa".
Baudi señala que la reducción del aforo, en el local entran 99 personas a pleno rendimiento, ha sido una losa importante y ahora, "con las medidas que entran para los interiores de los locales, todo va a ser más difícil". "La Covid va a reventar la noche madrileña", reflexiona.
En El Burladero trabajaban cinco personas y su adiós fue muy sentido por mucha gente. "Llegaron muchos mensajes, hasta gente llorando. Gente de México... Nos llegaron a ofrecer dinero para seguir adelante", recuerda Baudi.
Diciendo adiós a la noche, toca 'reciclarse'. Baudi ha recurrido temporalmente al taxi... "pero la cosa también está floja...".
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