Hernández de Cos pide no retirar las medidas fiscales de emergencia a corto plazo
EUROPA PRESS
El Banco de España ha descartado este lunes el escenario que planteó hace unas semanas de una recesión más breve y moderada provocada por el Covid-19 y ahora estima una duración de la perturbación más larga de lo inicialmente anticipado, por lo que augura que el confinamiento provocará una contracción "muy severa" del PIB de entre el 9,5% y el 12,4% este año, con una recuperación en 2021 insuficiente para alcanzar el nivel previo, registrando un avance económico de entre el 6,1% y el 8,5%.
Así lo ha señalado el gobernador del organismo supervisor, Pablo Hernández de Cos, durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso para exponer su diagnóstico sobre las medidas implementadas para hacer frente a la crisis del Covid-19 y la evolución de la economía, en la que ha indicado que se descarta el escenario proyectado en abril de una recesión más breve y moderada, al constatarse que será más prolongada e intensa.
Crucial política fiscal
Hernández de Cos, ha señalado que el papel de la política fiscal en la reducción del endeudamiento público es crucial ante la crisis económica motivada por el coronavirus y ha avisado de que en el corto plazo no cabe una retirada prematura de las medidas fiscales de emergencia.
"Esto aumentaría el riesgo de que el crecimiento económico sufriera daños más duraderos", ha dicho durante su comparecencia en la comisión de Economía del Congreso en la que también ha dicho que hay que dar apoyo a las rentas y a la liquidez de los agentes más afectados, mediante inyecciones rápidas de recursos de naturaleza transitoria.
En este sentido ha incidido en que "no hay alternativa sensata a la expansión presupuestaria" y ha abogado por una acción fiscal focalizada y rotunda en el corto plazo para preservar el tejido productivo que hará que el servicio de la deuda sea menos oneroso en el futuro.
Asimismo ha señalado como razonable que se pueda explorar en un marco internacional la imposición sobre algunas empresas multinacionales.
Empeora el escenario
Por ello, el organismo ha empeorado el escenario en base de la perturbación económica que provocará el Covid-19, ya que en abril auguraba una caída de entre el 6,6% y el 13,6% para el conjunto del año y ahora eleva el descenso a entre el 9,5% y el 12,4%, ya que se constata un impacto "muy abultado" y las caídas más benignas pronosticadas recientemente son "poco realistas".
No obstante, mejora el pronóstico para el próximo año, al augurar un alza de entre el 6,1% y el 8,5%, frente a la horquilla de entre el 5,5% y el 8,5% inicial.
Hernández de Cos ha advertido de que lo que se ha confirmado en las últimas semanas es que la recuperación "no estará exenta de dificultades, sin que se puedan descartar escenarios más desfavorables que los considerados actualmente", al tiempo que ha avisado de que el shock será de mayor intensidad cuanto más dilatado sea el período en el que se necesiten mantener las restricciones de actividad y con más riesgos de que los problemas de liquidez de "muchos" agentes económicos den paso a situaciones de insolvencia.
Un coste muy alto
Asimismo, ha apuntado que los escenarios macroeconómicos permiten estimar que el coste presupuestario de la crisis será "muy alto" por el doble efecto de las medidas paliativas adoptadas y, sobre todo, de la acción de los estabilizadores automáticos, que conducirán a un déficit público "muy elevado" este año, con su consiguiente traslación al endeudamiento del conjunto de las administraciones públicas.
En el escenario de caída del PIB más moderada, la ratio de deuda pública sobre el PIB se elevaría hasta alrededor del 115%, cifra similar a la proyectada por el Gobierno español, la Comisión Europea, el FMI y la AIReF, y en el adverso superaría incluso el 120% del PIB.
Con la recuperación económica proyectada para 2021 la ratio se estabilizaría en torno a los niveles de 2020 o se reduciría "ligeramente".
Respuesta insuficiente
El gobernador del Banco de España ha tildado de "insuficiente" la respuesta dada a nivel europeo y ha incidido en que la "severidad, la temporalidad y la globalidad" de la perturbación demandan en una primera fase que las acciones sean "contundentes, acotadas en el tiempo y coordinadas".
"Parece razonable repartir entre el conjunto de la sociedad los costes que una parte de la ciudadanía ya está soportando de una forma muy directa", ha indicado Hernández de Cos, quien ha pedido una agenda de reformas "ambiciosas" y el diseño "temprano" de una estrategia de consolidación fiscal a implementar cuando finalice la pandemia.
Además, ha cifrado en 3 puntos de PIB el impacto directo de las medidas implementadas (algo más de 30.000 millones de euros), sin incluir los avales.