La Guardia Civil ha detenido en Madrid a un hombre acusado de nueve delitos de estafa y otros tres de usurpación de identidad después de hacerse fraudulentamente con unos 3.000 euros por supuestas ventas de productos higiénicos contra la covid-19.
El pasado 29 de abril, la Guardia Civil de Álava tuvo conocimiento de una posible estafa a través de Internet al dueño de una empresa ubicada en Vitoria que consistía en la supuesta venta de material como mascarillas, geles y otros productos destinados a prevenir la covid-19 durante el transcurso del pasado estado de alarma.
Nueve provincias afectadas
Una vez analizada la denuncia se inició una investigación destinada a averiguar lo sucedido y la posible existencia de otras operaciones fraudulentas en el resto de España, ha informado eel instituto armado que ha estado coordinado por un juzgado de Vitoria.
Los agentes obtuvieron los números de teléfono y los movimientos bancarios asociados a la estafa y determinaron la existencia de casos similares en varias provincias (Murcia, Sevilla, Alicante, Asturias, Valencia, Salamanca, Zamora, Tenerife y Cádiz) y cuya autoría recaería en la misma persona.
El presunto autor de los hechos se ponía en contacto con sus víctimas, en general responsables de pequeños negocios de servicios de limpieza, y se hacía pasar por comercial de una empresa realmente existente dedicada a la promoción y venta de equipos, vestuario y accesorios de protección personal, de seguridad y comodidad en el entorno laboral.
Pagina web
Además, para hacer más creíble la estafa, contaba en Internet con una página web donde se publicitaba. Una vez captada la atención de las víctimas, el presunto estafador proponía supuestas ventas de dichos productos a precios más bajos que el precio medio de mercado y solicitaba ingresos anticipados como requisito previo al supuesto envío posterior.
El pasado día 23 de junio, una vez identificado el presunto autor, se procedió a la localización y detención de esta persona en Madrid. La página web utilizada para la estafa se encuentra ya desactivada y se han intervenido bajo orden judicial varias cuentas corrientes utilizadas para la comisión de los delitos.
Se calcula que la persona detenida habría conseguido unos 3.000 euros, en numerosos pedidos de pequeña cuantía, y la Guardia Civil no descarta que se puedan presentar nuevas denuncias por estos hechos.