La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha asegurado que España no tiene pensado acudir al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), al tiempo que ha explicado que el Gobierno mantiene su petición de que el fondo de recuperación se articule a través de transferencias no reembolsables. “No contemplamos el rescate y hemos puesto encima de la mesa una modalidad de mutualización de la deuda que es ambiciosa y pragmática”.
Así lo ha defendido la ministra en su comparecencia ante los medios tras la reunión de los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE), que se ha saldado este jueves sin grandes avances sobre como se articulará la respuesta comunitaria a la crisis generada por el Covid-19.
González Laya ha negado la posibilidad de que España se estuviera planteando acudir al fondo de rescate europeo, una posición que había asegurado el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. Este miércoles, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no aclaró esta posición pese a ser preguntado por ello tanto por el PP, como por Ciudadanos.
La ministra de Asuntos Exteriores ha explicado que España ha defendido en la cumbre europea que la triple red de seguridad avanzada por el Eurogrupo se ponga en marcha "lo antes posible".
Asimismo, también ha defendido la creación de un fondo de recuperación económica y social que sea "ambicioso", que se financie con deuda "perpetua", que esté destinado a atender las necesidades "pos Covid" y que se distribuya entre aquellos Estados miembros más afectados. Sin embargo, González Laya ha reconocido que no existe un consenso sobre este punto, por lo que los jefes de Estado y Gobierno tendrán que volverse a reunir.
En este sentido, la Comisión Europea ha asumido el compromiso de presentar un paquete de estudio para este fondo para el 6 de mayo con análisis de su funcionamiento por países y sectores más golpeados por la crisis.
La ministra ha defendido que España se ha situado "en el centro de juego" de la discusión, ya que "uno de los logros" del encuentro ha sido la cuantía del fondo de recuperación. Según González Laya, la mayoría de países se ha mostrado a favor de la horquilla planteada por España: un fondo de entre 1 y 1,5 billones de euros.
El mayor punto de desacuerdo, especialmente entre países del norte y el sur, ha sido cómo se articulará el fondo. España ha defendido que sean transferencias directas no reembolsables para evitar el sobreendeudamiento, por "solidaridad" y para garantizar una "salida simétrica" de la crisis. “En esta crisis estamos todos en el mismo barco, grandes y pequeños” ha asegurado la ministra.
Asimismo, González Laya ha indicado que España ha pedido al resto de países unas perspectivas financieras "ambiciosas" y centradas en garantizar la "cohesión de territorios", que favorezca la convergencia entre los distintos Estados miembros y que "apoye la agricultura".
Pese a todo, la ministra considera que “se ha avanzado”. “Observamos un cambio de tono en el debate y el inicio de una dinámica de negociación en la que España está en el centro del juego”.