Madrid abre el debate: ¿Es el momento del fin de la obligatoriedad de las mascarillas en centro sanitarios?
Epidemiólogos sanitarios y expertos en enfermedades infecciosas de ocho instituciones afirman que ha llegado el momento de poner fin a las políticas que obligan a llevar mascarilla en los centros sanitarios
La Comunidad de Madrid ha propuesto al Ministerio de Sanidad que se trate a nivel técnico este tema en la Comisión de Salud Pública
La Comunidad de Madrid ha propuesto al Ministerio de Sanidad que se trate a nivel técnico en la Comisión de Salud Pública que las mascarillas, como el resto de las medidas de precaución, se utilicen en los hospitales y centros de salud de forma adecuada, en las situaciones contempladas en los protocolos prepandemia.
En un desayuno informativo organizado por Executive Fórum, el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha defendido este planteamiento en el actual "escenario de control y estabilidad", en el que "el virus sigue presente, pero de forma cada vez menos severa, menos letal y más controlada, convirtiéndose en una enfermedad endémica".
Esta situación, junto con los datos epidemiológicos y asistenciales actuales, tanto a nivel nacional como autonómico, ha llevado al consejero a "poner encima de la mesa la necesidad de revisar y adaptar la Estrategia de Vigilancia y Control frente al Covid-19, tras superar la fase aguda".
Desde su punto de vista, la Estrategia frente al coronavirus "necesariamente se debe enfocar en los muy vulnerables y se tiene que acompañar de un debate sobre el fin del uso obligatorio de las mascarillas en los centros sanitarios".
Lo que dicen los expertos
Epidemiólogos sanitarios y expertos en enfermedades infecciosas de ocho instituciones afirman que ha llegado el momento de poner fin a las políticas que obligan a llevar mascarilla en los centros sanitarios, al menos por ahora, según publican en la revista 'Annals of Internal Medicine'.
Los autores afirman que a lo largo de la pandemia, el uso generalizado del enmascaramiento universal en los centros sanitarios estuvo justificado para reducir el riesgo de transmisión entre el personal sanitario, los pacientes y los visitantes, y para preservar el personal sanitario para mantener las operaciones durante las oleadas.
La mascarilla fue un elemento de un conjunto más amplio de estrategias aplicadas para limitar la transmisión en una época en la que se sabía poco sobre el patógeno y aún no se habían identificado intervenciones eficaces.
Desde entonces, la carga del SRAS-CoV-2 se ha mitigado gracias al acceso a las pruebas, la importante inmunidad de la población adquirida con el tiempo, la aparición de variantes menos virulentas y la disponibilidad y el uso generalizados de vacunas y tratamientos.
Esto significa que ha llegado el momento de gestionar el SRAS-CoV-2 como otros virus respiratorios endémicos mediante la aplicación correcta y coherente de las precauciones estándar y las basadas en la transmisión, según señalan.
Estas incluyen el uso de mascarillas y protección ocular por parte del personal sanitario cuando realice actividades que generen salpicaduras o aerosoles en la cara, independientemente de los síntomas del paciente, y el enmascaramiento de los pacientes cuando presenten síntomas, entre otras precauciones.
Además de poner fin uso universalizado de las mascarillas, los expertos sugieren que en la era endémica se reconsideren otras estrategias de la época pandémica, como las pruebas asintomáticas y el rastreo de contactos.
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