Autobús de la EMT |
(Actualizado

Los conductores de los autobuses y empleados de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) con más de 60 años no prestarán servicio porque el Ayuntamiento de Madrid ha decidido exonerarles de esta tarea para que permanecerán en sus domicilios por ser el colectivo más vulnerable a la pandemia del coronavirus.

Esta medida afecta a 617 trabajadores de la EMT -los que tengan cumplida esa edad a partir del 30 de abril de 2020- en una plantilla con 9.858 personas, según ha detallado el Ayuntamiento de Madrid en un comunicado. También se eximirá de prestar sus servicios a todo el personal con patologías de riesgo una vez que lo acrediten con el parte de baja de su médico.

La retirada de estos trabajadores se hará efectiva a lo largo de esta semana, cuando el director de la EMT, Alfonso Sánchez Vicente, acuerde con el comité de empresa qué personal va a realizar las sustituciones.La medida afecta a todos los empleados y "en especial a los grupos profesionales de mayor contacto con el público, los conductores" y forma parte del Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales de la empresa municipal, que preside el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.

El consistorio aprobó este protocolo antes del estado de alarma, con medidas específicas desde el 10 de marzo para proteger la salud de los trabajadores y de los viajeros. El servicio solo se presta en autobuses con mamparas, para evitar contagios, se desinfectan a diario todos los autobuses operativos, se han reducido los aforos en los autobuses y se han repartido hidrogeles para que todos los operarios puedan limpiarse las manos.

En el centro de control se ha reducido el equipo de 40 a 12 trabajadores, garantizándose la separación entre puestos y las limpiezas de desinfección de las instalaciones, señala asimismo el Ayuntamiento de Madrid.

El procedimiento de actuación para la prevención de riesgos laborales publicado por el Ministerio de Sanidad establece que los conductores de la EMT tienen un riesgo bajo de contagio y no necesitan Equipos de Protección Individual (EPI), señala el consistorio.