Una de cada tres personas infectadas con el SARS-CoV-2 y que no se vacunaron ya no tiene anticuerpos detectables un año después de la infección, según un análisis de seroprevalencia realizado en más de 1.000 personas entre los 43 y los 72 años por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Instituto German Trias i Pujol (IGTP).
Según informó ISGlobal este viernes, el estudio que también contó con el apoyo de la Fundación Privada Daniel Bravo Andreu (Fpdba), subraya la necesidad de vacunarse a pesar de haberse infectado y confirma que la inmunidad híbrida (vacunación más infección) es mayor y más duradera. Este trabajo acaba de publicarse en la revista ‘BMC Medicine’.
Según los investigadores, tanto la infección como la vacunación contra el SARS-CoV-2 contribuyen a construir la inmunidad de una población frente al virus, lo que supone un dato importante para decidir cuándo y a quién aplicar vacunas de refuerzo.
Por ello, la estrategia más fácil para evaluar dicha inmunidad es realizar estudios seroepidemiológicos (es decir, cuantificar anticuerpos específicos del virus en un grupo poblacional determinado), aunque la inmunidad contra un patógeno va más allá de los anticuerpos.
En este sentido, el investigador de ISGlobal y coautor senior del estudio, Manolis Kogevinas, junto con la también investigadora de ISGlobal, Carlota Dobaño, explicaron que “la mayoría de los estudios serológicos realizados tras la vacunación contra la covid se concentraron en grupos específicos como personal sanitario, no distinguían entre personas con o sin infección previa, o no tenían datos clínicos e inmunológicos de dicha infección”.
TRAS LA VACUNACIÓN
En este estudio, el equipo investigador realizó una segunda medición en una cohorte poblacional de Cataluña Covicat-GCAT (GCAT | Genomes for Life Project) seis meses después del inicio de la vacunación (la primera fue justo después del primer confinamiento) para hacer un seguimiento del nivel y tipo de anticuerpos frente a varios antígenos virales.
También usaron información obtenida de un cuestionario y de registros de salud para identificar factores que potencialmente determinan la magnitud y duración de la respuesta en personas no vacunadas, vacunadas, o vacunadas e infectadas. Se incluyeron 1.076 personas en el análisis, entre los 43 y 72 años de edad.
CONCLUSIONES
Sus resultados demostraron que en el 36% de personas infectadas pero no vacunadas ya no había anticuerpos un año después de la infección, sobre todo en personas mayores de 60 años y fumadoras.Además, en las personas con infección previa, la vacunación inducía niveles de anticuerpos considerablemente mayores que en personas sin infección previa. Dichos niveles estaban fuertemente asociados con la magnitud de la respuesta durante la infección.
A este respecto, la primera autora del estudio, Marianna Karachaliou, junto con Gemma Moncunill, resaltaron que “nuestros datos subrayan la importancia de vacunar a las personas, aunque se hayan infectado previamente, y confirman que la inmunidad híbrida es superior y más duradera. Esto significa que las personas vacunadas pero que no han pasado la infección necesitarían un refuerzo antes que las que sí la han pasado”.
En cuanto a las vacunas, los investigadores comprobaron que la de Moderna tenía más anticuerpos.