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Las otras barreras que la pandemia deja a las personas con discapacidad
- Hasta julio de 2020 fallecieron 34 madrileños en residencias para personas con discapacidad
- Asociaciones coinciden en que la Covid ha provocado "un retroceso bastante grande en el trato a las personas con discapacidad”
La irrupción de la pandemia del coronavirus ha destapado las carencias ocultas de nuestra sociedad y está acelerando la digitalización del empleo, la educación y el comercio. Para los colectivos de personas con discapacidad, ha supuesto nuevos retos y les ha generado nuevas barreras que superar.
El impacto emocional de la pandemia ha roto las rutinas familiares y ha dificultado la convivencia, lo que genera problemas de comportamiento y de conducta.
Las medidas Covid han creado nuevas dificultades de comprensión o logísticas y las personas con discapacidad denuncian que asumen más riesgos que la población en general. Además, tampoco ha resultado fácil adaptarse a los boletines con las diferentes restricciones de cada municipio y autonomía o el estado de alarma.
Esta situación genera un doble riesgo: discriminan y no protegen a un sector de la población. Exigen que tomen la responsabilidad de erradicar estas barreras que afectan a los derechos de todas las personas.
Prohibido tocar
Las personas ciegas se enfrentan a una situación complicada. ¿Cómo prohíbes el tacto si necesitan tocar? Eso es precisamente lo que desaconsejan las autoridades sanitarias para evitar el contagio.
Aunque muchas veces salen acompañados por sus perros guías, los animales, a pesar de estar preparados para salir a la calle, no entienden de distancias sociales ni son capaces de leer los letreros informativos.
“Hemos de tocarlo todo y es un verdadero problema. Hemos de limpiarnos las manos constantemente y las nuevas tecnologías accesibles nos podrían ayudar mucho a gestionar esta situación”, reconoce José Pedro González.
“He llevado muy mal y con mucha aprensión esta situación porque muchas veces no te das ni cuenta de que estás tocando todo manualmente. Desde abrir la puerta del portal o en un medio de transporte en el que tienes que sujetarte a las barras. Al ir a una tienda o a la compra no lo puedes evitar, necesitas ciertas referencias maquinalmente a través del tacto. Tenemos que tener una cierta prevención”, asegura González.
😰 Los pacientes con #discapacidad ponen un aprobado raspado (5,5 puntos sobre 10) a la accesibilidad de los servicios sanitarios españoles.
— Fundación ONCE (@Fundacion_ONCE) February 17, 2021
Así lo evidencia un estudio elaborado por Fundación ONCE e @ILUNION. https://t.co/nObZgEWmK5 #AccesibilidadFONCE pic.twitter.com/mEhpK0Z43W
Otro problema importante es respetar las distancias sociales: “La distancia es una barrera fundamental porque a veces necesitamos que te ayuden por la calle o te cojan del brazo”. Los invidentes “no sabemos si estamos acercándonos demasiado y en ocasiones me pasa la gente rozándome. Muchas veces sales a la calle con el alma en vilo”, reconoce.
“Cuando estás con una persona tiendes a acercarte a ella y tocarla porque la proximidad que otras personas tienen con la mirada o la voz, las hacemos maquinalmente con el contacto. Esto implica una lucha en la que terminas agotado”, dice.
Además, asegura que las personas ciegas estamos todo el tiempo agobiados lavándonos las manos: "Si nos acordamos cogemos un clínex para poder tocar superficies no seguras”.
Piden una tecnología más accesible que nunca, “pero las administraciones no nos están ayudando en este sentido, ya que justamente ahora es cuando han desarrollado las tecnologías más inaccesibles. El radar covid en las primeras ediciones no era accesible hasta al menos el mes de diciembre”.
Cultura accesible
El ocio es uno de los aspectos que más ha cambiado para la población en general y para el colectivo de personas con discapacidad en particular. Instituciones como el Museo del Prado han puesto en marcha iniciativas para que las personas ciegas puedan disfrutar de sus obras a través de visitas guiadas que combinan las descripciones verbales con la información contextual.
Sin embargo, la Agenda Cultural Accesible del Centro Español del Subtitulado y la Audiodescripción (CESyA) ha alertado del "desplome" en un 89% del número de sesiones de cine adaptadas a personas invidentes o con discapacidad auditiva en 2020. Madrid es la segunda comunidad con mayor oferta de cine adaptado, con 2.138.
Barrerismo covid
La Fundación ONCE ha impulsado la campaña ‘Barrerismo covid’ con la que ha conseguido que los internautas compartan todo tipo de videos y fotografías con el hashtag #barrerismocovid que les sirve para denunciar las barreras a las que se enfrentan”.
Barrerismo es una denuncia amable y viral en redes sociales con un toque de humor. “Tiene su origen en la campaña Barrerismo de 2019, todo un éxito”, nos cuenta Juan Carlos Martínez, responsable de redes sociales de la Fundación ONCE.
La campaña ‘barrerismo’ nace tras la inundación de los patinetes, bicis eléctricas sin ninguna regulación. Convirtieron las aceras en intransitables. “Al ‘barrerismo covid’ se le suma el uso de mascarillas para las personas sordas, mamparas que impiden la movilidad, distancia de seguridad que las personas ciegas no pueden medir, la altura inalcanzable de los dispensadores con gel hidroalcohólico. En muchos casos hay que pisar un pedal y no podemos acceder a esto”, recalca. A esto se le añaden las "dificultades de comprensión de estas medidas en las personas con discapacidad intelectual”.
😷 Cómo afectan a las personas con #discapacidad visual y auditiva algunas de las medidas adoptadas en la 'nueva normalidad'?
— Fundación ONCE (@Fundacion_ONCE) February 10, 2021
Ha llegado el #BarrerismoCOVID, y parece que no tiene intención de irse!!
Nuestros #OnFologüers no terminan de sentirse cómodos con este nuevo juego... pic.twitter.com/NR4GWr6QXA
“Las terrazas de los bares han ocupado mayor espacio de las barreras y en muchos casos no había acceso para nosotros. Esto supone más barreras físicas para nosotros”, denuncia Juan Carlos, que confiesa la dificultad de transitar en silla de ruedas por las aceras de Madrid.
“Si las personas en silla de ruedas necesitamos ayuda para algo, ese contacto es inevitable aunque no se recomiende para subir un escalón o para poder bajar la silla del coche. Una rampa inclinada rompe esa distancia social”, reconoce.
Teletrabajo
También denuncia que “nos hemos dado cuenta de que la accesibilidad a las nuevas tecnologías no era tal con las aplicaciones para el covid y las webs del ministerio con la información que han tardado meses en ser accesible”.
Frenazo a la inclusión laboral: las personas con #discapacidad, entre las más afectadas por la #pandemia.
— Fundación ONCE (@Fundacion_ONCE) February 17, 2021
Cerca de 360.000 personas han perdido su #empleo y otras 780.000 continúan en situación de #ERTE.https://t.co/GHrp0I4zIb @Cermi_Estatal pic.twitter.com/PYdnfGvj3F
Entre otras iniciativas, Fundación ONCE ha lanzado una serie animada ‘ON Fologüers’ que a lo largo de dos temporadas les ha servido para denunciar las dificultades a las que se enfrentan las personas con discapacidad. Un espacio que promueve la normalización de las personas con discapacidad y mostrar la discapacidad sin que se hable de ella.
Además, trabaja en la elaboración de una plataforma que sea accesible para personas con discapacidad visual o auditiva y facilite la enseñanza online. Bemyvega es un sistema de grabación, retransmisión y seguimiento de presentaciones, clases, congresos o eventos, que facilita el acceso a la información que se imparte en estos actos.
Brecha digital
Desde Plena Inclusión Madrid reconocen que existe una enorme brecha digital para el colectivo y las dificultades de aprendizaje del manejo de aplicaciones como Teams, Zoom o Whatsapp.
Los hermanos han sido clave para ayudarles porque muchas personas con discapacidad suelen vivir al cuidado de unos padres mayores y ajenos a la tecnología.
Plena Inclusión elaboró varios manuales de ayuda. En el entorno rural como la sierra Norte de Madrid solo podían contactar por teléfono ordinario por falta de wifi. Destacaban mucho la carencia de relaciones sociales que tenían, lo que evidenció que sus redes de amigos eran la familia o los compañeros de los centros de apoyo.
Solo en las administraciones estatales trabajan 450 personas con discapacidad intelectual. Estas personas necesitan que su trabajo se adapte para poder trabajar por internet desde su casa.
Mascarillas transparentes
Las mascarillas son una grave barrera para las personas con discapacidad auditiva al no poder comunicarse. “No leen labialmente y otra parte del colectivo es fundamental la interpretación en lengua de signos. Ha habido déficit en las comunicaciones de ámbito sanitario porque no hay información de lenguas de signos", denuncia el presidente de CERMI Madrid, Óscar Moral.
Un problema añadido en el ámbito educativo. Cuando se explican las medidas sanitarias no se ofrece al mismo tiempo la información en lengua de signos ni en la comunidad ni en los ayuntamientos de Madrid, al margen de la subtitulación”, denuncia.
Las mascarillas transparentes acaban de ser homologadas y se utilizarán en el ámbito educativo y en la comunicación.
Discapacidad intelectual
Desde Plena Inclusión denuncian que la pandemia se ha cebado en las residencias de personas con discapacidad, donde viven unos 17.000 ciudadanos. Lo que se ha juntado la falta de accesibilidad cognitiva. Además, denuncian la incidencia económica del covid en los primeros meses de la pandemia, por la falta de EPIs y medidas de protección.
Reconocen que el confinamiento ha sido problemático para las personas con discapacidad intelectual o del espectro autista, insultados por los ‘policías de balcón’ sin tener conocimiento de su situación.
Reclaman que la administración hagan normas accesibles para todos en materia de atención y prevención a las personas con discapacidad cognitiva. Por ejemplo, para personas que viven solas en sus casas.
Hablamos con Miguel Iglesias, que tiene una discapacidad intelectual. Acaba de presentarse al examen a la convocatoria de empleo público de auxiliar de servicios, específica para discapacidad intelectual. Una prueba retrasada desde el pasado 21 de marzo. Además, Miguel es miembro del Comité Autónomo de Representantes de Plena Inclusión.
“Ha habido muchos afectados que iban a centros de día. Personas con discapacidad que tienen miedo al contacto social y viven más aislados”, denuncia.
Reconoce que no ha llevado bien el confinamiento “cansados de estar tanto tiempo metidos en las casas durante las restricciones de movilidad”. Denuncia la falta de adaptación en los tratamientos sanitarios. A la hora de explicarnos no han sabido como acercarse a nosotros y adaptar el lenguaje. Nos han puesto en la cola en temas sanitarios en general. Sentimos que nos han dejado atrás, por ejemplo al ir acompañados con una persona de apoyo”.
"Ciudadanos de tercera"
“La falta de poder comunicarse con nosotros, al ser poco conocidos, es patente. No saben como dirigirse a nosotros en casos tan cotidianos como la compra”. Iglesias puntualiza, “lo que ha hecho el covid es que haya un retroceso bastante grande en el trato a las personas con discapacidad. Yo pediría a toda la clase política más comprensión hacia las personas con discapacidad porque nos tienen como ciudadanos de segunda o tercera división”.
Con respecto a la vacunación, pide “que no se nos deje en la última fila y que haya una adaptación a nosotros”.
Vacunaciones
En ese sentido, desde CERMI Madrid, su presidente Óscar Moral denuncia la falta de información accesible sobre la pandemia en general y sobre la vacuna en particular, un aspecto que está siendo “irregular”, “cambiante” y “lento” y de forma muy desigual en función de cada comunidad autónoma.
CERMI expresó su preocupación por el ritmo de vacunación y recordó que, aunque se ha dado prioridad a la vacunación en residencias de personas con discapacidad y centros de atención a personas en situación de dependencia y de día, existe un importante grupo de personas con discapacidad con grandes necesidades de apoyo que no están institucionalizadas.
“La estrategia viene del ámbito estatal y la situación más problemática es la falta de llegada de vacuna. Los que no estamos en centros residenciales o no tenemos ese grado de dependencia estamos a la espera de ser vacunados por el rango de edad. Es confuso utilizar únicamente el reconocimiento del grado de dependencia a la hora de la vacunación. Debe ser contemplado".
"No es la #discapacidad lo que hace difícil la vida, sino los pensamientos y acciones de los demás" Yadiar Julián.
— CERMI Madrid (@CERMI_Madrid) February 18, 2021
No sumes barreras.#PonteEnSuLugarNoEnSuSitio#CampañaMovilidadPersonasDiscapacidad pic.twitter.com/Oh9NyrNOIi vía @policiademadrid #Madrid
Caen las contrataciones
En el ámbito laboral, la pandemia ha provocado una caída de la contratación de un 32% en las personas con discapacidad. “La empleabilidad ha bajado especialmente en las personas con discapacidad. La situación de los ERTES ha afectado a toda la población pero ahora el colectivo se ve golpeado de una manera importante. Veremos a ver si somos capaces de recuperar la situación anterior a esta crisis sanitaria” afirma Óscar Moral, presidente de CERMI. “Estamos colaborando con la Consejería de Empleo en políticas y planes específicos”.
Desde las fundaciones que ayudan a estos colectivos han decidido optar por nuevas vías para encontrar una salida profesional. Convertirse en un agente covid es una de ellas. En 2020 se han perdido el 56% de las inserciones laborales para las personas con discapacidad.
Aún confinados en sus casas
Desde CERMI Madrid recuerdan que todavía “hay muchas personas que siguen estando confinadas, son aquellos con movilidad reducida porque sus domicilios no son accesibles”.
El confinamiento ha supuesto una situación “terriblemente compleja para las personas con discapacidad. Los que estaban en centros y residencias, donde lamentablemente se han producido fallecimientos, son los más afectados. Pero también los que vivían y dependían socialmente de los centros de día, afectados por su cierre”.
Desde Cermi Madrid se asegura que los derechos de los usuarios de residencias para personas con discapacidad de la región "fueron conculcados" y "discriminados" en el punto álgido de la pandemia, sobre todo en la primera ola. Hasta julio fallecieron 34 personas en residencias para discapacitados. También ha puesto en evidencia la "falta de protocolos muy claros" en cuanto a la derivación y a la atención primaria sanitaria de las personas con discapacidad en los centros residenciales de la Comunidad, durante la situación "tan dramática" vivida principalmente entre marzo y abril de 2020.