Un viajero, a su llegado al aeropuerto de Hong Kong, protegido para evitar contagios | EFE/EPA/JEROME FAVRE
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¿Y después qué? La prioridad, en medio de la batalla, está clara: curar pacientes y evitar contagios de coronavirus. Pero cuando pasen las semanas y la curva se atenúe, ¿los pacientes recuperados podrán hacer vida normal?

Debido a la rapidez de propagación del virus, que está poniendo contra las cuerdas al sistema sanitario, es casi imposible atender e investigar, curar y sacar conclusiones, todo a la vez. El personal sanitario está aprendiendo sobre la marcha, en paralelo a la evolución de la pandemia, y están compartiendo sus experiencias en redes sociales con colegas de todos los puntos del país para ayudarse mutuamente. Por ejemplo, neumólogos, intensivistas y cardiólogos están comprobando que en el caso de algunos pacientes graves, cambiarlos de posición y colocarlos boca abajo (lo que en términos médicos se denominado "decúbito prono"), mejora drásticamente la saturación, es decir, la cantidad de oxígeno disponible en sangre.

Una de las consecuencias más graves de la infección, la que finalmente desencadena las situaciones más críticas, es la insuficiencia respiratoria. La neumonía bilateral, el diagnóstico principal que causa el coronavirus, estresa a los pulmones y los pone al límite. En los casos de edad avanzada o patologías previas, ya sabemos que está siendo letal. Pero en los casos en los que llega la recuperación, son todavía una incógnita las secuelas que la enfermedad puede dejar a medio o largo plazo.

Las autoridades sanitarias de Hong Kong han realizado un estudio a los primeros pacientes recuperados de covid-19 y han detectado en algunos de ellos una disminución de la función pulmonar de entre un 20 y un 30%, lo que les causa una falta de aire al caminar con rapidez. El Hospital Princess Margaret, que ha elaborado el estudio, señala que de una docena de pacientes dados de alta, y sobre los que se ha realizado un seguimiento en citas posteriores, al menos tres informaban de falta de aire o tuvieron problemas para completar una prueba de esfuerzo con normalidad. Hong Kong, hasta este jueves, registra 166 casos y 4 muertes.

Parte del equipo médico del hospital chino de Wuchang Fangcang celebra el alta de pacientes de coronavirus | EFE

¿Significa eso que los pulmones quedan dañados de por vida? Es pronto para averiguarlo. Médicos y científicos están precisamente ahora aprendiendo del virus a contrarreloj.

Gusto y olfato, afectados

En cuanto a otros síntomas o posibles secuelas, el virólogo alemán Hendrik Streeck señaló hace unos días en una entrevista en el diario Frankfurter Allgemeine que hasta dos tercios de las personas infectadas a las que han entrevistado en el país germano, sufrían anosmia, es decir, una pérdida de los sentidos del gusto y el olfato que dura unos días, así como episodios (no tan frecuentes, eso sí) de diarrea.

Sobre lo que existe más controversia es acerca de los posibles daños que el virus puede causar en la fertilidad masculina. Si bien el gobierno de la provincia de Hubei, epicentro de la pandemia, publicó un artículo que advertía de una posible disminución del recuento de espermatozoides tras pasar la enfermedad, a las pocas horas el texto fue retirado. Es cierto que el covid-19 es genéticamente similar al virus que causó el Sars (síndrome respiratorio agudo severo), pero no hay evidencia comprobada hasta el momento de daños sobre la salud reproductiva.