La patronal madrileña rechaza la intención de Illa de "cerrar las empresas"
Sanidad ordena limitar la movilidad en los 10 municipios de Madrid que cumplen los criterios de confinamiento selectivo contemplados por el Gobierno
El presidente de los empresarios de Madrid, Miguel Garrido, asegura que "necesitamos medidas distintas y, posiblemente, también cambiar a los expertos"
La Confederación Empresarial de Madrid-CEOE rechaza de "forma rotunda" la intención del ministro de Sanidad, Salvador Illa, de "cerrar empresas", porque han demostrado que “son los espacios más seguros”, destaca este miércoles la patronal madrileña en un comunicado.
Illa ha anunciado que su departamento publicará en el BOE "los próximos días" una orden con la decisión colegiada del Consejo Interterritorial de Salud para aplicar las restricciones de control ante el avance de la pandemia en diez municipios de la Comunidad de Madrid, incluida la capital, que suman casi cinco millones de personas.
En el comunicado, los empresarios de Madrid demandan "rigor" en las medidas, ya que consideran que los contagios más significativos se han producido en el ámbito social y familiar, y no en el laboral. “Los establecimientos madrileños han demostrado su profesionalidad, responsabilidad y diligencia pese a las circunstancias", señala el presidente de CEIM, Miguel Garrido.
Para el representante de los empresarios madrileños, lo que propone el Ministerio de Sanidad "ya se ha hecho con los resultados que ahora vemos: rebrotes, ruina económica y empobrecimiento social".
"Si queremos resultados distintos, necesitamos medidas distintas, y posiblemente, también cambiar a los expertos que nos han situado a la cabeza del ranking mundial en peor gestión de la pandemia", afirma.
Asimismo, la patronal madrileña alerta de las consecuencias "devastadoras" que las nuevas restricciones tendrían para el tejido empresarial y el empleo de la región. Según CEIM, pese a que el impacto en el PIB de la Comunidad de Madrid sería elevado, el impacto sobre el empleo sería "el doble". “No solo nos enfrentamos a una crisis sanitaria, sino también a una crisis social y económica de consecuencias desconocidas”, concluye Garrido.
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