Niño en riesgo de pobreza | Efe
(Actualizado

La reducción de los servicios médicos rutinarios y el incremento de las carencias alimentarias de la población infantil por las restricciones adoptadas para prevenir la pandemia de coronavirus podrían producir en seis meses 1,2 millones de muertes adicionales de niños menores de cinco años, lo que supone unos 6.000 fallecimientos al día.

Así figura en un informe de la Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública, difundido en la revista The Lancet Global Health y al que recurre el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) para dar la voz de alarma con una campaña mundial, 'Reimaginar', e impedir que la pandemia se convierta en una crisis a largo plazo para los niños de todo el mundo.

Por ejemplo, la organización cree "probable" que desde mediados de abril más de 117 millones de niños de 37 países no estén recibiendo sus vacunas del sarampión por la interrupción de las campañas de inmunización.

UNICEF, que toma como base de mortalidad el peor de tres supuestos de 118 países de ingresos bajos y medios, ha advertido de que estas muertes adicionales se sumarían a los 2,5 millones de fallecimientos de menores de cinco años que se registran cada medio año en estas zonas.

En este supuesto más grave, las intervenciones en materia de salud se reducirían alrededor de un 45% y las muertes infantiles aumentarían hasta un 44,7%, mientras que en la hipótesis menos mala, con una reducción de la cobertura del 15%, los fallecimientos de niños subirían un 9,8%.

Los países con mayor número de muertos serían Bangladesh, Brasil, Etiopía, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Tanzania y Uganda, si bien las mayores tasas de incremento corresponderían a Yibuti, Esuatini, Lesoto, Liberia, Malí, Malaui, Nigeria, Pakistán, Sierra Leona y Somalia.

Además, los efectos colaterales del coronavirus también amenazan con provocar unas 56.700 muertes maternas adicionales en seis meses, que se sumarían a las 144.000 muertes que ya tienen lugar de media en los 118 países analizados a lo largo de un periodo similar. El supuesto más grave recoge un aumento de los fallecimientos maternos del 38,6 por ciento.

La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha señalado que "en el peor de los casos, la cifra mundial de niños que mueren antes de cumplir cinco años podría aumentar por primera vez en décadas". "No podemos permitir que las madres y los niños sufran los daños colaterales de la lucha contra el virus. Y no podemos permitirnos perder décadas de avances en la reducción de muertes prevenibles de madres y niños", ha agregado.

LAS OTRAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS SANITARIA

La pandemia de coronavirus ha derivado en medidas restrictivas que han afectado a la vida de los niños y no solo en el ámbito médico. A principios de mayo, tres de cada cuatro menores de 18 años, unos 1.800 millones, vivían en alguno de los 132 países donde se habían adoptado políticas de confinamiento.

Cerca 1.300 millones de estudiantes -más del 72%- no van a la escuela por el cierre de las escuelas a nivel nacional en 177 países, pese a que casi 370 millones de niños de 143 países dependen del comedor escolar como fuente fiable de alimentación diaria.

Fore ha subrayado que "la crisis de la covid-19 es una crisis de los derechos infantiles", por lo que ha pedido una respuesta "inmediata", también a largo plazo, que "sirva para esbozar un plan definido dirigido a reconstruir un mundo mejor cuando logremos superar la crisis". "Hoy tenemos la responsabilidad común de reimaginar cómo será el mundo en el futuro", ha remachado.