94-84 (1-0). El Real Madrid exhibe músculo ante el Baskonia

El Real Madrid golpeó primero en las semifinales de la Liga Endesa con un triunfo coral de mérito ante un Bitci Baskonia intermitente que, aunque aguantó hasta el descanso, no pudo contrarrestar el dominio de Walter Tavares bajo aros ni frenar la exhibición de un inspirado Fabien Causeur que rompió el partido en un tercer cuarto para enmarcar (94-84).

A base de esfuerzo y trabajo en equipo, los blancos se sobrepusieron a la baja de última hora de Alberto Abalde, con molestias en un pie. La ausencia del gallego agravó aún más los problemas en la dirección de juego tras las lesiones de Carlos Alocén y Nigel Williams-Goss, que se suman a que Pablo Laso no cuenta con Thomas Heurtel desde el pasado 31 de marzo.

Tavares domina

El comienzo no respondió a las expectativas. Solo Tavares veía aro en un frío arranque plagado de errores en el que las dos únicas canastas en juego de los primeros cuatro minutos y medio llevaban la firma del pívot caboverdiano. Los baskonistas vivían a base de tiros libres hasta que Rokas Giedraitis culminó al fin, con un mate, un contraataque casi en el ecuador del primer acto.

Llegó entonces el momento de los triples. Sergio Llull, con tres consecutivos, y Rudy Fernández, espolearon a los suyos desde lejos, aunque no lograron despegarse de un equipo vitoriano que se mantenía a rebufo y respondía como podía, gracias a la calidad de su plantilla y a algunas acciones aisladas de Wade Baldwin IV y Steven Enoch.

Con el paso de los minutos, el partido se equilibró y al final del primer cuarto se llegó con ligera ventaja blanca tras un triple final de Rudy. Pese a perder la batalla del rebote (14-6) ante un rival en el que solo Tavares capturó los mismos rechaces que todos los baskonistas en los primeros diez minutos, los hombres de Neven Spahija llegaron a la primera pausa tres abajo (22-19, min 10).

Mejoran los tiros

El partido se reanudó con otra fase de imprecisiones en el tiro que abortó Rudy con su acierto desde el perímetro. El Real Madrid llegó a ganar por siete puntos, aunque respondió de inmediato el serbio Vanja Marinkovic, que mantuvo a los suyos con un par de triples hasta que, en los últimos minutos del segundo acto, despertó Baldwin con siete puntos consecutivos que volvieron a equilibrar la batalla.

Unos y otros acertaron más lanzamientos en la primera mitad de tres que de dos, y con mejores porcentajes. Ocho anotó el Madrid, con Rudy y Llull como hombres más inspirados con tres cada uno, y siete el Bitci Baskonia, de los que tres llevaban la firma de Marinkovic. Como la pelea por el rebote se equilibró en el segundo cuarto, la semifinal llegó al descanso con el marcador en un puño (44-42, min 20).

Todo cambió radicalmente en la reanudación. Un 10-0 de salida culminado por un triple de Fabien Causeur elevó a doce la máxima ventaja hasta ese momento para los de Pablo Laso. Tavares seguía haciendo estragos bajo aros, lo que permitía segundas opciones y, tras una nueva salida en falso de los suyos al parqué, Spahija tuvo que parar el partido al ver como su rival se escapaba y sus jugadores llevaban casi tres minutos sin ver aro.

Causeur tira del carro

Hanga y de nuevo Causeur desde el arco agravaron aún más la situación tras el tiempo muerto y encendieron las alarmas en el banquillo visitante. Del 42-42 en el último minuto del segundo cuarto se había pasado al 59-42 en seis minutos de apagón baskonista en el que un parcial en contra de 17-0 había puesto contra las cuerdas a una plantilla que echaba de menos la aportación de Baldwin, Fontecchio y Giedraitis.

Para colmo de males para sus intereses, Causeur seguía imparable. El francés seguía enchufado y, con catorce puntos en siete minutos y medio, mantuvo a raya a los vitorianos. Cuando peor lo tenían, los triples de Peters y Costello, éste por partida doble, aminoraron daños en un Bitci Baskonia que volvió a meterse en el partido, aunque llegó al último cuarto con mucho por hacer para mantener sus opciones de victoria (74-63, min 30).

Sube la intensidad

El partido subió en intensidad. Ambos equipos metieron un marcha más en defensa y las canastas llegaban con cuentagotas, lo que beneficiaba a los locales, que con sendos triples de Jeffery Taylor y Adam Hanga se fueron a los últimos seis minutos con medio partido en el bolsillo (85-66, min 34).

El partido ya no tuvo historia. El Real Madrid bajó el ritmo y los baskonistas maquillaron el marcador en los últimos minutos, en los que Pablo Laso aprovecho para rotar a su banquillo, y rodar a los jóvenes Juan Nuñez y Urban Klavzar. El sábado ambos equipos volverán a verse las caras en el segundo asalto de la serie.