Ajibade | EFE
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A sus 23 años, Rasheedat Ajibade es una de las jugadoras más determinantes del Atlético de Madrid, y una fija para su entrenador, Manolo Cano.

La nigeriana destaca por su verticalidad y ahora, con las bajas de Ludmila y Marta Cardona, asume además un papel muy importante en el equipo en su lucha por entrar en Champions y tratar de conquistar la Copa de la Reina.

La delantera suma en su palmarés una Copa de África (2018) y una Supercopa de España (2021). Este verano disputará en su segundo Mundial absoluto, en el que espera mostrar la mejor versión de sí misma y, en una entrevista con Efe, rememora las dificultades que tuvo que superar en su país para convertirse en futbolista profesional y destaca la importancia de apoyar a los jóvenes talentos.

El Atlético de Madrid mantiene una racha ganadora en la Liga F. Ahora os jugáis entrar en Champions y también tenéis como objetivo la Copa de la Reina ¿os veis capacitadas para lograrlo?

Sí, creo que es muy posible. Tenemos que vivir el momento y seguir con esas buenas sensaciones y ese compromiso, para tratar de dar el cien por cien en cada partido. Si seguimos con esa dinámica de buena energía estamos capacitadas para conseguir el objetivo.

Sería muy emocionante ganar la Copa, y además una gran recompensa por el esfuerzo del equipo. Conseguirla nos ayudaría, porque la temporada ha sido un poco irregular. Hemos tenido subidas y bajadas, por lo que para nosotras sería lo mejor.

¿Qué piensa tu familia de que seas futbolista? ¿Tuviste complicaciones en tus inicios?

Al principio mi padre no estaba muy de acuerdo, quería que practicase otro deporte. Sin embargo, mi madre siempre me ha apoyado y quería que me dedicase a esto. Ella sacrificó muchas cosas para que yo pueda hoy jugar al fútbol. Ahora parece fácil, pero cuando estaba creciendo era muy frustrante.

Lo cierto es que siempre he sido muy disciplinada. Jugaba al fútbol pero también ayudaba en casa porque no quería tener problemas con mi familia. Mis hermanos no me apoyaban, eran muy duros conmigo y me decían que pasaba mucho tiempo jugando al fútbol.

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Además, si no hacía algo bien me castigaban. Ahora sí me apoyan, y son conscientes de lo importante que es apoyar el talento de los más pequeños. Es muy importante apoyar el potencial y el talento de los jóvenes, porque nunca sabes en qué se pueden convertir.

¿Cómo es el camino de una niña nigeriana que quiere llegar a ser futbolista?

En Nigeria no tenemos las mismas instalaciones, ni la mejor atmósfera, ni tampoco el apoyo necesario. Llevo jugando al fútbol desde que soy pequeña, y mi familia nunca vino a verme. Aquí en España veo que es diferente. Las familias vienen con sus hijas a verlas jugar , es muy emocionante ver eso.

En África si no vienes de una familia rica tienes que luchar para poder comer, y poder conseguir el material para jugar al fútbol y por eso muchas veces trato de ayudar en lo máximo posible y llevarles material a Nigeria.

Tienes que esforzarte mucho y estar comprometida para conseguirlo. Es muy difícil, porque debes ser fuerte mentalmente. Además, cuando finalmente lo consigues tu cabeza cambia por completo. Te tienes que volver más fuerte cuando sales de Nigeria.

¿Cuál es el mayor sacrificio que has hecho para jugar al fútbol?

No creo que haya hecho ningún sacrificio. Todo lo que haces por lograr una meta no es un sacrificio, es compromiso.

Es verdad que son muchas cosas las que tienes que hacer, dejas a tu familia y todo lo que te ha rodeado desde que naciste para llegar a un sitio completamente diferente y con otro idioma. Debes ser consciente de que vas a dejar a tu familia, evidentemente importa, pero será durante un tiempo, porque no vas a jugar toda la vida al fútbol.

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Quizás lo más complicado para ellos es entender lo que esta carrera demanda y que necesitas que te apoyen. Yo tuve problemas con mi familia y con amigos, pero a la larga tienen que entender en qué consiste este mundo y apoyarte. Creo que todo el mundo debería apoyar a alguien así, suena egoísta, pero es así.

¿Destinas parte de tu sueldo a ayudar a Nigeria? ¿Tienes proyectos solidarios allí?

Me hace muy feliz ayudar, encuentro la felicidad ahí. Creo que la mejor manera de medir tu éxito en la vida es midiendo cuántas vidas puedes mejorar. El hecho de que yo hoy en día esté aquí no es solo gracias a mí, sino también gracias al apoyo de otras chicas y yo también quiero ayudar a Nigeria.

Quiero asociarme con otras personas para crear un proyecto donde se unifique la educación con el deporte para que las niñas con talento tengan la posibilidad de acceder tanto a la educación como al deporte. Es complicado hacer las dos cosas en Nigeria, pero si ven que yo he podido ellas sentirán que también tienen la posibilidad de lograrlo. Quiero siempre ayudar, y me siento completa cuando lo hago.

¿Cuántos trabajos has tenido antes de poder dedicarte profesionalmente al fútbol?

En Nigeria tienes que ir al mercado a vender. Aquí en España hay tiendas, pero en Nigeria no. Además, tuve que hacer otros deportes como montar en patines e ir a fiestas para dar de comer a la gente para conseguir el dinero para poder comprarme unas botas de fútbol. Tienes que hacer de todo porque tienes que sobrevivir y no quieres mendigar. Yo no quería mendigar, y tenía la energía necesaria para hacerlo. Creo en el trabajo duro.

Además, perdí a mi padre cuando era muy joven, somos cinco hermanos y ha sido muy difícil para mi familia. Mi madre tenía que hacerse cargo de todos y llevarnos al colegio, yo tuve que ayudar a mi madre a pagar las tasas de la educación. Es un poco loco, por suerte ahora el salario que recibo es suficiente para valerme por mí misma y también para ayudar a mi familia.

Tu compatriota Chukwueze se ha convertido en un jugador muy importante en el Villarreal. ¿te inspira un jugador como él? ¿Le conoces personalmente?

No le conozco personalmente, pero todos sabemos quiénes somos en la selección. Estoy muy orgullosa de él, veo muchos de sus partidos.

Hay muchas cosas que puedo aprender de él futbolísticamente, y me inspira en cierta manera. Lo está haciendo muy bien ahora.

Aparte de equiparar el fútbol femenino al masculino en salarios, ¿qué más crees que es necesario que cambie para que siga creciendo?

Creo que no solo el salario es importante. Para mí el dinero que se invierte y la atención que se da a los hombres debería ser igual que con las mujeres.

Creo que podrían monetizarlo más si ellos quisieran. Pueden hacerlo, pero tienen que poner más atención en ello. Creo que todo esto va a ir mejorando con el tiempo.

¿Qué te llevaría del fútbol de España a Nigeria?

Técnicamente es muy diferente. También las instalaciones, los campos, nada puede compararse. Debemos aprender muchas cosas del fútbol español.

¿Qué es lo mejor de ser futbolista y lo peor?

Lo mejor de ser futbolista es el apoyo de los fans, cuando marcas gol o cuando ganas un título.

Y lo peor de ser una mujer futbolista son los momentos del período, donde no te encuentras bien y tienes que jugar al fútbol en esas condiciones.