Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003) no se permite un respiro. No importa que el All England Club ya rezume tranquilidad y haya desaparecido todo el ajetreo del torneo. No han pasado ni 24 horas desde que conquistara Wimbledon ante Novak Djokovic y ya revolotea por su cabeza la posibilidad de un nuevo Grand Slam, el quinto de su cortísima carrera deportiva.
El murciano ha batido récords de precocidad y es el más joven de la historia en ganar Roland Garros y Wimbledon de forma consecutiva, pero aún no se ve entre los mejores ni le parece suficiente para considerar un gran campeón.
"Los récords que quiero son los más grandes", confiesa Alcaraz en una charla con Efe en la terraza de los jugadores del All England Club.
¿Cuándo se va a considerar un gran campeón?
Cuando pase las dos cifras de Grand Slams. De momento vamos por cuatro, cuando me acerque a los números de las leyendas de nuestro deporte, ahí empezaré a pensar que soy un gran campeón.
De momento, para mí los grandes campeones son pocos jugadores, son pocos los que se merecen estar con ese nombre, y estar en la gran mesa, como digo yo. A mí aún me falta un largo camino y muchos títulos por ganar si me quiero considerar un gran campeón.
¿Qué se le pasa por la cabeza al haber igualado a tantas leyendas con el doblete Roland Garros-Wimbledon?
Es una maravilla y son estadísticas increíbles. Que mi nombre esté al lado de Rod Laver, Bjorn Borg, Rafa, Novak, Roger... Es increíble.
Son estadísticas de precocidad, de ser el más joven... Y yo las estadísticas que quiero son las de los mejores. Muchos Grand Slams, muchas semanas como número uno, muchos Masters 1.000... Eso es lo que buscamos.
¿Qué le diría al chaval que con once años decía que su sueño era ganar Roland Garros y Wimbledon?
Que es increíble. En ese momento, qué iba a pensar yo que nueve años después iba a estar ganando Grand Slams y que diez años después iba a conseguir mi sueño de poder ganar Roland Garros y Wimbledon.
¿Qué le diría? Que persiga sus sueños, que nada es imposible y que no se detenga por nada del mundo. Que confíe en sí mismo y que siga hacia adelante a pesar de cualquier cosa.
Ha ganado el cuarto Grand Slam y ahora se le va a pedir el quinto. Cuando tenga diez, se le pedirá el undécimo, y así con todos.
Me lo dicen y yo también me lo digo a mí mismo. Estamos con el cuarto en las manos, pero ya pensando en el quinto. Y si llego a tener el quinto, estaré pensando en el sexto.
Soy una persona ambiciosa. A lo que quiero llegar es estar rodeado de las grandes personas de la historia de este deporte que tienen 15, 20 ó 24 Grand Slams. Ojalá ocurra, pero hay que pensar en grande. Mi sueño es estar ahí, siempre al paso de a por el siguiente.
¿Cuánto dura la alegría de un Grand Slam?
Esas horas de después del partido, la alegría, hasta que te acuestas. Al día siguiente sí que todavía te levantas con ese subidón, de llegar a casa, de celebrarlo con los tuyos, de vera la gente que no ha podido venir.
Eso ayuda un montón a que la adrenalina todavía siga presente. El tenis es un no parar y tienes que pensar ya en el siguiente.
¿Cómo se le explica a la gente que Alcaraz se pase ocho meses sin ganar un título y luego en cinco semanas gane Roland Garros y Wimbledon?
Esto es tenis. Para la gente que no siga mucho el tenis, este deporte es así. Puedes estar un año sin ganar y luego ganar tres títulos seguidos, que puedes estar ganando tres títulos seguidos y luego estar un año sin ganar.
Simplemente tienes que confiar en ti, esperar tu momento, que va a llegar. El tenis es un deporte muy justo que si tú le das cosas buenas, le brindas cosas buenas, este te lo devolverá tarde o temprano.