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Asustaba el 1.93 de Oscar Otte, un especialista en hierba que amenazaba la comodidad de Carlos Alcaraz en Wimbledon, pero el murciano, en su mejor actuación de la semana, se clasificó a octavos triturando al gigante alemán (6-3, 6-1 y 6-2) con la victoria más rápida en Grand Slam de su carrera.

Alcaraz, que por primera vez en su recorrido llega a la segunda semana en el All England Club, perfeccionó lo aprendido contra otro sacador como Jan Lennard-Struff en la primera ronda y lo consolidó en el que seguramente sea su mejor partido en esta superficie.

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El conteo de errores no forzados, que paró en octavos, y la capacidad para construir puntazos con una facilidad asombrosa ayudó a que Alcaraz no tuviera lío contra Otte, para nada una ovejita en hierba. El germano, que hasta principios de año nunca había estado entre los 100 mejores, acumuló en la gira de pasto semifinales en Stuttgart y Halle, frenado por Matteo Berrettini y Daniil Medvedev, un currículum que le ponía como un muro en el camino de Alcaraz. Pero este viernes no encontró la forma de que su poco ortodoxo servicio diera réditos.

Su mecánica, acompasada y diferente, fue un caramelo para el español, que ganó más del 50% de puntos con el servicio del alemán, una estadística tremenda en esta superficie.

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Estuvo muy cómodo Alcaraz, en su vuelta a la pista 1 tras el paso por la 2, más alejado de la atención mediática del torneo. La organización se resiste a ponerle en la central, pero quizás tenga que replantearse la situación de cara a los octavos de final, porque el nivel de Carlitos pide a gritos estrenarse en la catedral del tenis.

Si el primer set, en el que comenzó ganando los ocho primeros puntos, fue indicativo del nivel de concentración de Alcaraz, el segundo set puede ser de los más completos de su carrera. Tardó cuatro juegos en cometer un error, dio un recital de globos y passings y se permitió el lujo de lucir el saque y volea, un 'rara avis' en su juego.

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"Intento hacer un puntazo en cada partido", aseguró tras vencer a Tallon Griekspoor, pero es que, contra Otte, dio la sensación de que quiso hacerlo en cada juego. Y la mayoría de veces con éxito.

La exhibición al resto de Alcaraz, que también estuvo incontestable al saque, sin una sola pelota de rotura concedida, le permitió sellar el partido en tiempo récord para él. Otte solo le duró una hora y 39 minutos, convirtiéndose esta en su víctima más rápida en Grand Slam, por encima de la que logró en primera ronda de Roland Garros este año ante Juan Ignacio Londero en una hora y 54 minutos.

"Es probablemente el mejor partido que he jugado nunca sobre hierba. Estoy disfrutando de cada segundo sobre la hierba, en esta pista tan increíble", dijo Alcaraz aún en la pista tras avanzar a los octavos de final.

El rival de Alcaraz en octavos de final será el italiano Jannik Sinner, al que ha derrotado en su único enfrentamiento, en el Masters 1.000 de París en 2021. También le venció en la previa del Challenger de Alicante 2019.