El Alcorcón termino la temporada de la manera más feliz posible, sellando su continuidad en LaLiga SmartBank gracias a su empate ante el campeón, un Espanyol que alcanzó ese honor tras el choque (1-1).
Se jugaban la vida los locales si bien los visitantes tenían también ese pequeño premio como estímulo. Y aunque era más trascendente el objetivo de los primeros, fueron los segundos quienes se mostraron mayor ambición.
De hecho resultó sorprendente que no se hubieran puesto por delante en el tramo inicial, sobre todo porque De Tomás tuvo un remate solo con todo a favor, de los que no suele perdonar. A ello hay que añadir otra clara ocasión de Dimata, cuyo tiro tras irse en velocidad no encontró portería.
Dado el panorama, solo la fe servía de sustento a un cuadro alfarero que miraba de reojo lo que sucedía en otros campos. Y con ella por bandera hilvanaron un ataque que culminó en un pase atrás de Ojeda y el remate de primeras de Hugo Fraile para poner el 1-0. Un gol tan inesperado como vital.
Con la mitad del trabajo hecho, el equipo amarillo decidió no asumir riesgos después del descanso. Y tampoco parecía muy dispuesto el Espanyol a obligarle a ello, pese a lo cual tuvo acercamientos como un golpeo de Dimata bien repelido por Dani Jiménez y otro desde la frontal de David López que rozó el palo.
Poco importa ya que los madrileños hayan sido el tercer equipo menos goleador de la categoría. O que en el arranque de la temporada llegasen a perder nueve partidos seguidos. O incluso que el choque donde se jugaba la vida lo dominase claramente el rival. Lo único cierto es que pueden ya respirar tranquilos tras conseguir la permanencia en una de las campañas más accidentadas de su estancia en la división de plata del fútbol español.