Amarga fue la despedida de la temporada para el Atlético de Madrid en el Metropolitano. El Osasuna, con una brillante actuación de su delantero Raúl García, autor de dos tantos, le pasó por encima y le dejó definitivamente en el cuarto puesto.
Que había poco o nada en juego ante lo navarros se pudo apreciar desde el primer minuto. Faltaba tensión. También en la grada, con 58.401 espectadores relajados, con el objetivo mínimo de la clasificación para la próxima Liga de Campeones ya en el bolsillo.
1-4. Osasuna desfigura al Atlético en el Metropolitano
Tampoco tenía nada que arriesgar el Osasuna, que desde que logró la permanencia matemática está deseando dar portazo a la temporada, la del adiós de su entrenador Jagoba Arrasate. Entre bostezos transcurría la tarde hasta que el joven Raúl García de Haro anotó el 0-1.
Raúl aprovechó un error doble de Paulista, primero en el despeje y luego en descuidar su marca, y fusiló a Oblak desde muy cerca. No ha tenido suerte Paulista en su trayectoria como rojiblanco. Apenas ha jugado, marcado por sus errores en la derrota en Cádiz, y abandonará la disciplina rojiblanca el 30 de junio.
Tampoco podrá jugar el último encuentro ante la Real Sociedad al haber visto también en una tarde nefasta su quinta cartulina amarilla.
Simeone: "Siempre quiero lo mejor, nunca me contento con casi nada"
La ruleta de cambios en la segunda mitad no dio resultado a Simeone. Aimar, Raúl García y Torró remataron el partido y dejaron en nada el tanto de Morata. El delantero internacional hizo el 1-2 y llevó la esperanza a la grada, pero fue un espejismo.
Osasuna estaba a lo suyo y llevó al Atlético a donde quería. El paso de los minutos consumaron la segunda derrota de los rojiblancos en casa (la primera fue contra el Barcelona) y cerraron el estadio hasta la próxima Liga.
Savic se despide de la afición del Atlético de Madrid
El 1-4 de Lucas Torró terminó de irritar a la grada, que había homenajeado al Profe Ortega antes de comenzar el encuentro por sus 15 temporadas en el club como preparador físico.
No supieron sus jugadores unirse a la fiesta. El Atlético clausura el Metropolitano con muchas dudas y con el ánimo de renovar gran parte de su plantilla con vistas al curso que viene.
La defensa, la línea más en vulnerable durante el año, echó en falta a Witsel, que no pudo jugar por sanción. Arrasate logró una victoria histórica antes de marcharse de Osasuna y dejó al descubierto las carencias del Atlético, que estará en Champions otra vez, pero que ha tenido una triste despedida con su hinchada. La bronca tras el pitido final fue sonora.
