Marco Asensio se reivindicó tras convertir en aplausos los pitos con los que fue recibido por parte de la afición madridista que se dio cita en el partido frente al RB Leipzig (2-0), después de su intento de salir del conjunto blanco en busca de mayor protagonismo y tan solo tres días después de mostrar públicamente su enfado al calentar para finalmente no tener minutos contra el Mallorca.
La lesión de Lucas Vázquez cambió los planes de Carlo Ancelotti y fue Dani Carvajal el que, agotando las tres ventanas de cambio, acabó entrando al terreno de juego. Asensio reaccionó con rabia, dio una patada a una botella y tiró el peto de suplente.
El técnico italiano quiso restarle importancia a esta circunstancia, con su mano izquierda habitual, y demostró conta el RB Leipzig no guardarle rencor a un futbolista frustrado ante los pocos minutos con los que, tras no encontrar una salida del club, está contando en este principio de temporada.
Hasta el 1 de agosto, el motivo fue, como no ocultó el propio Carletto que el hecho de querer salir le hacía no entrar del todo en sus planes, pero tras cerrarse el mercado veraniego de fichajes no ha habido una gran diferencia en su situación dentro de la plantilla.
Hasta este miércoles contra el Leipzig, en el que salió al terreno de juego en el m.64, Asensio solo disputó siete minutos esta temporada en LaLiga Santander, en la segunda jornada ante el Celta. También jugó once minutos en el estreno europeo este curso frente al Celtic en Glasgow.
Un bagaje muy corto para un Asensio que, tras entrar en la última lista de Luis Enrique en junio, ve como esta falta de protagonismo le aleja su sueño de ir al Mundial de Catar, que se disputará del 20 de noviembre al 18 de diciembre. Y la confirmación de sus sospechas puede llegar este mismo viernes cuando el seleccionador dará su última convocatoria antes de la que pondrá rumbo al torneo en el país árabe.
Una situación que empezó a cambiar justo en el último partido antes de que Luis Enrique dicte sentencia. Y lo hizo en una situación que empezó adversa. Pasó de una pitada por parte de la afición madridista a acabar escuchando a los mismos corear su nombre tras poner la sentencia con el 2-0 tras un disparo marca de la casa.
La temporada pasada fue el tercer máximo goleador del Real Madrid y tardó poco en volver a demostrar porqué. El gol es algo que siempre va a estar con él y este miércoles comenzó a ganarse mayor protagonismo en los planes de un Ancelotti que le ensalzó en sala de prensa.
“Le he felicitado, Ha cumplido. Ha sido, como Valverde, determinante para ganar este partido. La reacción después del enfado ha sido muy buena, ha entrado concentrado y creo que ha hecho un buen partido”, comentó.
Un cariño que recibió también por parte de sus compañeros en la celebración del gol. Fueron a abrazarle conscientes del mal momento deportivo que está pasando y que puede hacer que cambia el rumbo de su temporada para acabar haciéndose un hueco en un costado derecho del ataque que sigue sin un dueño claro, al tener al uruguayo Fede Valverde como principal valedor, pero quien se siente más cómodo, como él mismo reconoció recientemente, al jugar en el centro del campo.