El CD Leganés hizo oficial el fichaje como técnico de Asier Garitano, quien de esta manera inicia una segunda etapa al frente del conjunto madrileño tras la salida de Jose Luis Martí.
Garitano arrancó su anterior estancia en el club en el año 2013, cuando el equipo se encontraba en Segunda División B y consiguió llevarlo hasta la máxima categoría del fútbol español, además de lograr dos permanencias y disputar unas semifinales de la Copa del Rey.
Finalmente ambas partes separaron sus caminos en el mes de mayo del año 2018. El vasco dejó tras de sí un total de doscientos veintidós partidos oficiales que le valieron para ser el segundo entrenador que más veces ha dirigido de momento al equipo.
El preparador de 51 años, que firma para lo que resta de campaña y la siguiente y podrá renovar por una tercera en caso de ascenso en la 2021-2022, dirigirá este miércoles su primer entrenamiento y será presentado el jueves en la Instalación Deportiva Butarque. Además, se ha comunicado que junto a él llegará el preparador físico Miguel Pérez.
Ahora Asier Garitano se pondrá al frente de una plantilla en la que siguen viejos conocidos de su etapa como son Iván 'Pichu' Cuéllar, Unai Bustinza, Rubén Pérez y un Javier Eraso, al que ha dirigido en tres categorías diferentes. Juntos trabajarán en la Instalación Deportiva que se levantó durante su estancia, uno de 'orgullos' del club y fiel reflejo de la evolución reciente de este.
Además contará con futbolistas de gran cartel en la categoría de plata, a los que podrían sumarse algún otro antes del cierre del mercado de invierno.
Para ello tendrán que darse salidas y deberá replicarse contrarreloj la buena conexión que parecía haber entre el entrenador y la dirección deportiva. Esta facilitó la llegada de hombres que acabarían siendo clave, muchos de ellos procedentes de la cantera del Athletic de Bilbao.
La de Garitano es una decisión valiente, un paso adelante para ayudar a una localidad y una entidad donde es el segundo técnico con más partidos oficiales a su espalda (222). Se trata de una apuesta arriesgada en la que tiene mucho que perder pero también mucho que ganar, la opción de demostrar que nada de lo que sucedió fue casualidad.