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El Athletic Club cerró con autoridad el sueño del Mirandés y su pase a la final de la Copa del Rey, la trigésimo sexta de su historia, tras golear (6-2) en un partido en el que Llorente, con un doblete, volvió a demostrar su excelente momento de forma.

El conjunto de Marcelo Bielsa afrontó el choque sin mirar el carné de identidad de su rival. Como si no hubiese existido el partido de Anduva, los 'leones' salieron a sentenciar desde el primer minuto. Intensidad, fútbol colectivo y un gran De Marcos, impecable en cada acción.

El buen juego local pronto se vio reflejado en el marcador. Muniain, siempre incómodo para el rival, batió a Nauzet con un disparo a bocajarro a los 11 minutos. La fiesta burgalesa se complicaba, pero desafíos mayores había resuelto el cuadro de Pouso, capaz de todo y dispuesto a "curarse como equipo", para "no morir como individuos".

Ése fue el mensaje del técnico antes de saltar a la Catedral. Escenario intimidatorio para unos chicos que acostumbran a jugar entre medio millar de espectadores. Tanto fue así, que el Athletic metió una marcha más para marcar el segundo. Susaeta apagó al Mirandés, que recibió el tercero acto seguido.

Aurtenetxe, no acostumbrado a vivir en el área rival, llevó al fondo de las mallas un gran centro desde el costado derecho. Cabezazo y 3-0. Semifinal completamente decidida. Fue entonces, tras el paso por vestuarios, cuando el Mirandés cambió su guión: salió a disfrutar.

Aitor Blanco, doblete en San Mames

Y su actitud acabó suponiéndole tres goles más en contra, pero también dos a favor. Aitor Blanco, en ambas ocasiones, dejó la huella del equipo castellano leonés en San Mamés. Primero, tras un rechace, y después tras aprovechar un cabezazo muerto en el área pequeña.

En el bando contrario, Llorente se reivindicó una vez más. El ariete de Rincón de Soto está haciendo más méritos que nunca para que Del Bosque no dude un segundo en llamarle. Marcó el cuarto y el quinto, éste de vaselina, una auténtica obra de arte. El Mirandés, que lo siguió intentando, no dio más de sí.

De hecho, el Athletic marcó el sexto gracias a un despeje de Caneda en propia meta. Para los de Pouso la historia no tuvo más cuentos de hadas. Villarreal, Espanyol y Racing de Santander fueron los 'primeras' que dieron buena cuenta de su gesta. Miranda de Ebro y Mirandés ya son parte de la historia del fútbol español. Los de Bielsa, sólo piensan en el Barça o el Valencia.