La joven esquiadora madrileña Audrey Pascual cerró una exitosa tercera campaña en la Copa del Mundo de Esquí Paralímpico, lo que afianza sus opciones y crecimiento de cara al que será su estreno en unos Juegos el año que viene en Milán-Cortina d'Ampezzo (Italia).
La madrileña, de 20 años y que sufrió la amputación de las piernas tras nacer con una agenesia bilateral de tibias, una malformación congénita, ha vivido otro año con muchos podios y se ha consolidado como la gran baza para que el esquí español vuelve a saborear una medalla paralímpica el año que viene, afianzado también por un nuevo metal en los Mundiales que se celebraron en Maribor (Eslovenia).
Y antes de comenzar la temporada invernal, Pascual añadió otra medalla más a su ya extenso palmarés en su otro deporte, el surf, coronándose por primera vez campeona mundial en la cita celebrada en Huntington Beach (Estados Unidos), después de haber subido ya al podio en varias ocasiones en la categoría kneel (deportistas que surfean de rodillas con una amputación por encima de la rodilla, una doble amputación por debajo de la rodilla o una discapacidad comparable).
Y a partir de ahí, se centró en el esquí, en su segundo año ya dentro de la estructura de la Real Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI), con la novedad de disputar por primera vez la Copa del Mundo en la modalidad de supergigante.
Lo hizo en Steinach amb Brenner, en Austria, donde ganó una prueba de la Federación Internacional que le permitió subir de nivel y competir y seguir creciendo contra las mejores del mundo.
La madrileña incluso fue capaz de ganar el Globo de Cristal de esta especialidad después de un año donde ganó cinco medallas, tres de ellas de oro y donde se subió al podio en todas las pruebas que disputó.
En la estación austriaca empezó con una tercera plaza y luego logró su primer triunfo, resultados que mejoró en Bardonecchia (Italia), donde se impuso en dos de los tres Super-G, con una segunda posición en el restante para coronarse ganadora de una general de la Copa del Mundo por segunda vez en su carrera tras hacerlo en gigante en 2023.
Pascual, que ya empezó a deslumbrar muy pronto, con 15 años, con la conquista de la Copa de Europa y que compite con la Fundación También con la que descubrió este deporte cuando era niña, también ha sumado podios en las otras disciplinas en las que compite, con especial mención al eslalon, donde se proclamó subcampeona del mundo en Maribor (Eslovenia), superada únicamente por una de sus grandes rivales, la alemana Anna-Lena Forster y reeditando la plata de 2023.
En esta modalidad, en la Copa del Mundo, fue segunda por partida doble en Feldberg (Alemania) y tercera en Tignes (Francia) para terminar segunda en la general, por detrás de la estelar esquiadora germana.
Audrey Pascual también fue capaz de sumar medallas en las otras modalidades en las que compitió, logrando un segundo puesto en la combinada de Steinach amb Brenner y en un segundo, en Saint Moritz (Suiza), y un tercero, en Courchevel (Francia), en gigante, donde fue además cuarta en el Mundial. Unos resultados que le han hecho acabar la segunda en la general global de la Copa del Mundo por detrás de Forster.
"La consecución del Globo de Cristal de Audrey en Super-G es un hito muy importante, ya que es el primer año que compite en pruebas de velocidad".
"Este año ha sido su primera temporada en esta especialidad y ha estado inmersa en un proceso de adaptación con un gran éxito y hay que ponerlo en valor por el gran nivel que tienen las cinco primeras deportistas en silla, ya que cada competición es muy reñida y están todas en muy poco tiempo. La valoración es muy buena", celebró Andrés Gómez, responsable técnico del Deporte para Personas con Discapacidad de la RFEDI.