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Barcelona y Real Madrid juegan este jueves en la Ciudad Condal en la undécima jornada del Top 16 de la Euroliga, un partido con consecuencias europeas ya que los dos equipos están inmersos en conseguir la clasificación para los playoffs cuartos de final.

Real Madrid (6 victorias y 4 derrotas) y Barcelona Lassa (5 y 5) necesitan ganar para no ver comprometido su futuro en la máxima competición europea. Será el tercer clásico de la temporada y en los dos anteriores se impuso en equipo azulgrana, ambos disputados en cancha madridista.

TRASCENDENCIA DEL RESULTADO

En los dos enfrentamientos citados no pudo participar Rudy Fernández por el Real Madrid y tampoco lo hizo Carlos Arroyo por el Barcelona. Será pues, un coche con nuevas alternativas tácticas y con la presión añadida de la trascendencia en el resultado.

El Barcelona ganó en Madrid, en la ida, por un punto de diferencia, 86-87, en el último segundo del partido. Lo que habla de la igualdad y de que la diferencia de puntos no será un asunto a seguir, aunque después tendrá su importancia.

Pablo Laso, por primera vez en la temporada, podrá contar con los quince jugadores de su plantilla, por lo que tendrá que hacer tres descartes. Algo que no decidirá hasta el mismo jueves por la tarde ya que así lo permite la competición. Todo hace indicar que será un partido tenso, duro, sin concesiones y sin grandes ventajas a lo largo del partido, salvo sorpresa mayúscula, que se decidirá en los últimos instantes.

El Madrid si no puede correr, y el Barcelona está más que avisado al respecto, depende mucho de la efectividad en los lanzamientos triples y del nivel defensivo que pueda imponer sobre el parqué. El Palau, que estará a reventar, también parece jugar en las últimas jornadas con una presión total por la importancia de la victoria en un Top 16 inusual por la igualdad y la dificultad de asegurar la victoria ante cualquiera de los equipos del grupo F.

La victoria en este nuevo clásico tendrá consecuencias europeas. El vencedor dará otro importante paso para la clasificación para el playoff de cuartos y el perdedor, aunque no definitivamente, verá ese logro mucho más distante y complicado. El Barcça parece haber roto esta temporada el dominio casi tiránico que ejerció el Real Madrid la pasada, pero cada partido es un mundo y entre dos equipos como Barcelona y Real Madrid, una galaxia.