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La Asamblea de compromisarios del FC Barcelona ha decidido que la junta directiva presidida por Sandro Rosell plantee una acción social de responsabilidad contra la gestión del equipo directivo de Joan Laporta realizada en el último ejercicio contable.

Una vez expuesta la reformulación de las nuevas cuentas (de los 11 millones de beneficios presentados por Laporta a los 79 de pérdidas presentados por Rosell), Eduard Coll, miembro del área social del club, instó a los asambleístas a que votaran la posibilidad de presentar una demanda contra la anterior junta.

La votación estuvo muy reñida, puesto que 468 compromisarios votaron a favor, 439 en contra y 113 votaron en blanco, por lo que se judicializará la vida del club barcelonista.

La posibilidad de presentar una acción social de responsabilidad está recogida en las Disposiciones Transitorias quinta y Adicional séptima de la Ley del Deporte (Ley 10/1990), así como en la Disposición Adicional tercera del real Decreto 1.251/1999 que regula el Régimen Jurídico de las Sociedades Anónimas Deportivas

La Asamblea destapa el derroche de Laporta

El socio de KPMG Ferran García Ferrer, portavoz hoy en la Asamblea de socios compromisarios de la consultora contratada por la Junta Directiva del FC Barcelona presidida por Sandro Rosell, desgranó todos los gastos no corrientes de la anterior Junta, presidida por Joan Laporta, que incluyen 6,5 millones de euros entre Jets privados, restaurantes, catering del Camp Nou, tarjetas VISA o viajes no deportivos.

Según desgranó García Ferrer, en el punto más esperado del Orden del día, la famosa 'Due Diligence' (que ha costado al club 230.000 euros) ha dejado al descubierto gastos tan "desmesurados" como el pago de 4 millones de euros a Mino Raiola, agente del ex blaugrana Zlatan Ibrahimovic -que dejó pérdidas por 37,2 millones de euros--, o casi un millón de euros (898.000 euros) en compra de entradas para 'Champions', Final Four de París o el concierto de U2 en el Camp Nou.

Otros ejemplos de dichos gastos, que ascienden a 90,7 millones de euros y dejan al club con unas pérdidas totales de 79,6 millones de euros en el pasado ejercicio económico -lejos de los 11,1 de beneficio de las cuentas de Laporta--, son la compra de terrenos en Viladecans por más de 18 millones de euros y que ahora sólo se pueden vender por 5,5; los fichajes de Keirrison y Henrique, que no jugaron nunca con el Barça y costaron 24,3 millones de euros (15,5 el primero, 8,8 el segundo); el coste de cinco millones en La Masía argentina; o los 2,6 millones de euros destinados a seguridad interna y externa y detectives privadas, entre lo que cabe destacar las cuatros auditorias de seguridad encargadas por Joan Oliver sobre cuatro ex vicepresidentes.

Cabe destacar el apartado referente a las tarjetas de crédito del club. En total, en la pasada temporada, el club pagó con VISA un total de 318.000 euros, procedentes de la tarjeta del escolta de Laporta, con 56.000 euros en restaurantes y locales nocturnos en sus vacaciones, o los gastos de un vicepresidente que se dejó 26.000 euros en hoteles de Dubai o Qatar.

Para García Ferrer, todos estos gastos "van afectando" a la economía del club blaugrana. En resumen, la 'Due Diligence' cifra en 79,6 millones de euros las pérdidas del club en la última campaña, con un déficit patrimonial de 59,1 millones de euros, un déficit en caja de 117,9 millones de euros, así como un crecimiento de gastos ordinarios respecto a los ingresos de 35,5 millones de euros