El Barcelona se juega la primera posición del grupo en el Giuseppe Meazza
El Milan y el Barcelona, ya clasificados para los octavos de final de la Liga de Campeones, se jugarán mañana en el Giuseppe Meazza (20.45 horas) la primera posición del grupo H en un choque en el que al Barça ya le sirve el empate.
Ambos equipos se vieron las caras en el Camp Nou en la primera vuelta, en un enfrentamiento en el que el Barcelona fue netamente superior durante todo el partido, pero que no supo materializar en triunfo, después de dos graves errores que se convirtieron en gol, en el arranque y en el último suspiro del encuentro (2-2).
Esta es la lección que más ha estudiado el Barcelona de su rival; la capacidad que tiene el equipo de Massimiliano Allegri de ser letal en las pocas opciones que se le presenten en el encuentro, a pesar de estar sometido durante los 90 minutos.
El partido de mañana pondrá en escena a un viejo conocido del Barça, el sueco Zlatan Ibrahimovic, quien desde su marcha hace un año y medio de la capital catalana ha mantenido una dialéctica desafiante contra sus excompañeros y también contra el entrenador, Josep Guardiola, aunque no ha tenido ningún tipo de réplica, a excepción de Xavi Hernández, que mostró su sorpresa por las salidas de tono del ahora ariete del Milan.
Para rebajar un poco la crispación que él mismo ha generado, el exbarcelonista reconoció ayer que el Barcelona es "el mejor equipo del mundo" y dijo que el encuentro de Liga de Campeones de mañana será "emotivo" y "fantástico".
El Barcelona vuelve a un estadio de ingrato sabor, ya que hace dos ediciones, en la Liga de Campeones, perdió 3-1 contra el Inter, donde un gol fue en claro fuera de juego en un encuentro claramente dominado por los azulgranas, que a la postre cayeron eliminados en aquella semifinal porque fueron incapaces de revertir la diferencia en el Camp Nou (1-0).
Ahora, el conjunto barcelonista llega también en un buen tono, como ha demostrado en los últimos partidos de Liga, aunque tendrá dos ausencias notables, como son el sancionado Dani Alves y el lesionado Andrés Iniesta, además de Adriano, también de baja.
El de mañana será un partido en el que Guardiola sacará toda la artillería, porque quiere dejar sentenciado el grupo y, así, que el último encuentro de la fase, contra el Bate Borisov en el Camp Nou el 6 de diciembre, sea un puro trámite.
Villa, que estuvo en el banquillo aunque salió en los últimos momentos contra el Zaragoza y marcó, y Sergio Busquets, que descansó el sábado, se espera que estén en el once inicial, en el que Guardiola es probable que recupere la defensa de cuatro, y al no estar ni Alves ni Adriano una de las opciones es que Puyol caiga a la banda y Piqué y Mascherano sean los centrales, con Abidal en la izquierda.
Por parte milanista, al lado de Ibrahimovic estará el brasileño Alexandre Pato, que ayer volvió a referirse a Leo Messi como "un jugador único", mientras que en el centro del campo Boateng, Ambrosini, Nocerino y Aquilani intentarán aprovechar la baja de Iniesta y parar los pies a Xavi y compañía.
En defensa, la presencia de Thiago Silva acentuará el morbo del partido, ya que durante el verano se decía que Pep Guardiola estaba interesado en su fichaje.
El técnico Massimiliano Allegri no podrá contar con el holandés Clarence Seedorf ni con el italiano Pipo Inzaghi, todavía de baja.
La visita de Antonio Cassano a la ciudad deportiva de Milan 17 días después de su operación de corazón ha insuflado energía y moral a todos los jugadores, que están hipermotivados ante el encuentro de mañana.
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