El calendario que encara el Real Madrid en el inicio de la segunda vuelta del campeonato, es favorable al nuevo técnico, el francés Zinedine Zidane, que tiene el objetivo de acabar con la irregularidad de la primera vuelta y comenzar a enlazar triunfos ante el Sporting de Gijón, equipo ante el que llegó el primer traspié de Rafa Benítez.
El empate sin goles en El Molinón, en el retorno a la elite del Sporting de Gjón desde la Segunda división, fue el mal presagio de lo que estaba por llegar en unos meses de irregularidad liguera para Benítez. Su Real Madrid fue incapaz de marcar a un recién ascendido.
EXITOSO ESTRENO
Ese es el primer objetivo de Zidane una vez vivido su exitoso estreno en el último capítulo de la primera vuelta, en la goleada con buen fútbol al Deportivo de la Coruña que devolvió de golpe la ilusión al madridismo. El técnico francés trabaja para iniciar una racha de victorias consecutivas que devuelva también la confianza a la plantilla antes de encarar duelos grandes, de los que no ganaron ninguno con el anterior técnico.
El estado físico que ha encontrado en general es más bajo de lo esperado y Zizou aprovecha la ausencia de partidos entre semana para incrementar la carga de trabajo. Sus futbolistas buscarán una nueva goleada que confirme el estado de optimismo en el madridismo y el calendario juega en favor del técnico francés.
Porque el clima que se respire en el Santiago Bernabéu, crispado en la última etapa de Benítez, es clave. Allí se juegan cuatro de los seis primeros partidos de Zidane. Tras el del Deportivo llegan la visita de Sporting, Espanyol y Athletic Club de Bilbao. Mientras que las dos salidas serán ante rivales de la zona baja de la clasificación, Real Betis y Granada.
GUIÑO DEL CALENDARIO
El calendario hace un guiño a Zidane, que hasta el 17 de febrero no tendrá su primera piedra de toque. Llegará en el partido de ida de los octavos de final de Liga de Campeones, en el Olímpico de Roma ante una AS Roma que también acaba de cambiar en su banquillo buscando un revulsivo con la llegada de Luciano Spalletti en lugar de Rudi García.
Y no será hasta diez después, en el fin de semana del 27-28 de febrero, cuando el nuevo entrenador madridista encare uno de esos duelos grandes que marcan la temporada. Recibirá en el Bernabéu al Atlético de Madrid en su primer pulso con el argentino Diego Simeone.
Esa cita marcó para mal también a Benítez por su planteamiento, cuando ganando en el Vicente Calderón realizó cambios defensivos, reculó metros y el Atlético de Madrid acabó empatando a uno el derbi madrileño. Hasta esa cita, el técnico madrileño había reaccionado a su mal inicio con goleadas a Betis (5-0) y Espanyol (0-6), pero siempre sin la regularidad deseada. La victoria por la mínima ante el Granada (1-0) y el empate ante el Málaga (0-0) ya sembraron unas dudas que nunca se despejaron para gran parte de los aficionados.
Zidane quiere lograrlo con una racha positiva de resultados que enganche al Real Madrid al pulso por la Liga y devuelva la confianza a la plantilla para luchar por Liga de Campeones para soñar con la Undécima Copa de Europa. Para ello será clave cambiar la imagen y resultados en los duelos ante los grandes. Mientras llegan, los triunfos holgados con un fútbol que enamore es el objetivo marcado en el vestuario blanco.