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Carlos Sainz (Peugeot) calificó de "tremendamente injusta" la sanción de diez minutos que le impusieron los comisarios del Dakar por no detenerse para constatar el estado de un piloto holandés de quads que denuncia haber sido golpeado por el vehículo del español en un adelantamiento.

"Estoy recibiendo una penalización de diez minutos por nada", dijo Sainz, que, a pesar de la sanción, sigue liderando la clasificación del rally en coches, con 57 minutos de ventaja sobre el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) y una hora y 3 minutos respecto al francés Stéphane Peterhansel (Peugeot).

NIEGA EL INCIDENTE

El madrileño sostuvo que no tuvo ningún incidente con el denunciante, el piloto de quads Kees Koolen, aunque reconoció que estuvieron cerca de chocar durante el adelantamiento porque el holandés perdió el control de su cuadriciclo.

Sainz explicó que activó el sistema Sentinel para alertar a Koolen de que iba a adelantarlo y que éste, correctamente, se hizo a un lado del camino, pero la zona tenía mucho barro y charcos, por lo que en el momento que lo estaba pasando perdió el control y se fue de nuevo al medio de la pista. "Ahí lo esquivé de suerte, por muy poco. Lo siento mucho por el susto que se llevó. Yo también me llevé un buen susto. Estuvo muy cerca", admitió.

SIN MARCAS EN SU COCHE

Sainz reiteró que nunca hubo contacto entre los dos vehículos porque, de haberse producido, "por supuesto" que se habría detenido a comprobar el estado del holandés. El español argumentó que su coche no tiene ninguna marca y afirmó que el quad del holandés tampoco. "Si le rozo con el Peugeot de dos toneladas, habría sido algo grave. Gracias a Dios no pasó nada", agregó.

Sainz apuntó que la penalización le deja "muy decepcionado y disgustado", pero aclaró que no dejará que esta situación le influya y seguirá haciendo su carrera para ganar el segundo Dakar de su trayectoria profesional.

KOOLEN VE "RIDÍCULA" LA SANCIÓN A SAINZ PORQUE "PODÍA HABER MUERTO"

El piloto holandés de quads Kees Kollen tildó de "ridícula" la sanción de diez minutos impuesta a Carlos Sainz (Peugeot) por no haberse detenido a comprobar su estado tras supuestamente golpearle en un adelantamiento en el que, dijo, "podía haber muerto".

"Si el coche hubiese pasado veinte centímetros más a la izquierda, yo estaría muerto, y creo que si ahora estuviese muerto, sería más fácil para Carlos y para Peugeot, porque ya no podría hablar", afirmó Koolen, quien presentó una reclamación ante la organización de la carrera que derivó en la sanción a Sainz.

El empresario holandés calificó la situación de "muy extraña y estúpida" para todos porque nadie, salvo el francés Cyril Despres (Peugeot), le preguntó por el incidente al terminar la etapa, la séptima del rally, que discurría el sábado entre La Paz y Uyuni (Bolivia).