Iker Casillas, capitán del Real Madrid, cumple 34 años este 20 de mayo, en su momento de mayor incertidumbre en 16 años en el primer equipo madridista, meditando zanjar su etapa en el club e iniciar una nueva aventura lejos de España, cansado del trato de un sector del madridismo.
Vive Casillas una semana especial en el cierre de la temporada del Real Madrid, antes de lo esperado por la eliminación a puertas de la gran final de Liga de Campeones en Berlín tras no superar al Juventus italiano.
HA PEDIDO JUGAR EN EL BERNABÉU
El técnico Carlo Ancelotti decidió acabar la temporada dando un partido a cada portero y por respeto a la carrera de Casillas, le preguntó si prefería jugar en Cornellá-El Prat ante el Espanyol o en el Santiago Bernabéu frente al Getafe.
La decisión de Iker fue jugar en casa, donde hasta ahora el técnico italiano dio siempre la titularidad en Liga a Keylor Navas cuando optó por la rotación en la portería. El costarricense jugó su primer encuentro liguero de la temporada a domicilio en el Power8 Stadium. Deja entrever que puede ser la despedida de Casillas del Real Madrid.
No es una sensación nueva en el portero de Móstoles. Hace justo un año decidió estudiar ofertas por una temporada repleta de suplencias con reparto de competiciones con Diego López, pero los acontecimientos cambiaron su curso con la conquista de la Décima Copa de Europa en Lisboa.
Aquella actuación para el olvido no era el broche deseado, el club decidió en verano que ante la llegada de Keylor Navas era Diego López el que debía abandonar el club y Casillas optó por quedarse, pelear el puesto en cada entrenamiento para acabar siendo el titular indiscutible de Ancelotti esta temporada.
Lejos de la versión salvadora que tanta gloria aportó en su carrera pero en la misma línea del resto del equipo, Iker ha sufrido esta temporada por ser señalado culpable de cualquier situación que afectase al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Silbado por sus errores y por los de sus compañeros. Señalado por un sector del madridismo afín al portugués José Mourinho que ha ido creciendo desde la hostilidad.
SILBADO POR PARTE DE SU AFICIÓN
Casillas sabe que nunca le perdonarán su pulso público con Mou' del que salió perdedor el portugués que hizo las maletas antes de tiempo tras enfrentarse a jugadores importantes del vestuario y no conquistar ningún título en su último año.
La tensión ha ido creciendo esta temporada hasta un momento clave, el encuentro ante el Valencia con un empate a dos, del que también culparon al capitán, con el que el Real Madrid enterró las opciones al título liguero que le quedaban en su pulso con el Barcelona.
El clima en contra de una leyenda del club llegó a tal nivel que Ancelotti y varios jugadores pidieron en vísperas del duelo ante el Juventus que el madridismo fuese uno. Lo consiguieron y el único día que no hubo un silbido al capitán desde que sonó su nombre por megafonía rescató la mejor de sus versiones.
Los 33 años de Casillas los recordará siempre por la conquista de la ansiada Décima, la Supercopa de Europa con la que comenzó la temporada y el Mundial de Clubes, pero también por los momentos más complicados de digerir en su larga etapa en el Real Madrid, peor incluso que aquella suplencia con Vicente del Bosque antes de convertirse en héroe de la Novena.
Nada más cumplir los 34 entrará en un momento de decisiones importantes. El Real Madrid busca el fichaje de un portero titular y se lanzará por David de Gea. Iker espera que de el paso el club, con dos años de contrato firmados, mientras medita cual es la mejor solución para llegar con España a la Eurocopa 2016. Un retiro a Estados Unidos le alejaría, así que Inglaterra o aguantar un año más en su casa regresando a la suplencia se presentan como salidas.