Iker Casillas, capitán de la selección española, se remitió al terreno de juego como el lugar donde responder a las críticas que le acompañan desde que José Mourinho le relegó a la suplencia en el Real Madrid, y aseguró que no va "a ir gritando a los cuatro vientos" si es o no "un chivato".
"Intentaré ganarme a las personas que opinan mal de mí jugando. No voy a ir gritando a los cuatro vientos si soy o no soy un chivato", afirmó Casillas en una entrevista concedida a Radio Marca.
Durante los últimos meses de la temporada, en los que Casillas perdió la titularidad en el Real Madrid en beneficio de Diego López tras lesionarse en una mano, algunas versiones periodísticas apuntaron que el capitán de la selección española dejó de ser titular porque el entrenador portugués sospechaba que era quien filtraba lo que sucedía en el vestuario del equipo.
Repasando lo ocurrido en una temporada marcada por los cinco meses que estuvo sin jugar, el capitán madridista reconoció que el nivel mostrado por Diego López hacía que fuese justa su titularidad.
"Lo que tenía que hacer yo era entrenar y ganarme el puesto como el resto de mis compañeros. Diego estaba fenomenal y se merecía seguir jugando. Hizo una temporada sensacional", manifestó.
Y repitió que en un momento dado pensó en marcharse del Real Madrid, su casa en toda su carrera: "No quería perjudicar. Si un día me dicen que tengo que irme, me iré sin tener ningún problema con la que es mi casa. No entendía ciertas cosas. Cuando estaba lesionado entrenaba para recuperarme y cuando estás sin participar y ves que sólo hablan de ti no entiendes por qué".
Casillas intentó zanjar la tensa situación que mantiene con Álvaro Arbeloa, que siempre ha defendido a Mourinho: "Es un chaval majísimo. Tenemos nuestras cosas y se solucionarán. No hay que darle más vueltas, son ideas que tiene cada uno y hay que respetarlas".