Clásico de urgencias para coger aire en la Euroliga
Carroll: "Es un partido importante por las sensaciones"
Laso: "Ni seremos buenísimos si ganamos, ni malísimos si perdemos"
Real Madrid y Barcelona se ven las caras, por segunda vez esta temporada y primera en Euroliga, en un clásico que se envenena por la inusual importancia que tiene a estas alturas de temporada, por la irregular marcha europea de ambos equipos.
En el mes de diciembre, tras la victoria del Barcelona en Madrid por 80-84 en Liga, y con la posibilidad de enfrentarse un mínimo de otras dos veces en ambas competiciones y un máximo de otras doce veces, si se midieran en el futuro en playoffs en ambas, dejando al margen la Copa del Rey, este partido no debería tener una trascendencia demasiado grande.
EL MADRID, ACUCIADO POR LAS LESIONES
Pero la errática marcha de ambos en la Euroliga hace que el partido se haya envenenado y que el resultado sea más importante de lo que cabría esperar. El Madrid, acuciado por las lesiones, sólo ha perdido un partido en Liga Endesa, el reseñado ante el Barcelona, pero en Europa ha perdido seis de los últimos siete que ha disputado y cierra, provisionalmente, la clasificación en puestos de playoffs.
El Barcelona, con un equipo prácticamente nuevo y por ensamblar, ha perdido tres partidos en la competición doméstica y siete en Europa, con lo que su situación es todavía más complicada.
Así las cosas, ninguno se puede permitir muchas alegrías, al contrario, y necesitan de un triunfo 'especial', como el que se puede conseguir ante el máximo rival, para intentar enderezar el rumbo y dar un empujón a la moral del equipo y de los seguidores del que lo consiga.
195 ENFRENTAMIENTOS
Hablar de enfrentamientos previos cuando en Liga española han tenido 195 partidos entre sí con 105 victorias del Real Madrid, 89 del Barça y 1 empate y en Europa 26 con 11 victorias madridistas por 15 azulgranas, parece, más que nunca, poco importante para esta ocasión.
La desventaja madridista bajo los aros, que se ha hecho más evidente que nunca en las últimas semanas, será uno de los aspectos que tratará de enfatizar el Barcelona, que, por su parte, tiene problemas defensivos que puede aprovechar el Real Madrid si logra imprimir un ritmo de juego rápido y su tiro exterior funciona, algo de lo que tampoco puede presumir mucho en los últimos tiempos.
Si a la necesidad de victoria de ambos, le sumamos la tradicional rivalidad, tenemos un partido que no elimina a nadie de nada pero que puede marcar al vencedor y al perdedor. De ahí que estemos ante un clásico que se ha envenenado más de lo previsto a estas alturas de la temporada.
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