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Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) ha afirmado que tras su caída en la sexta etapa del Giro de Italia "nunca" se le pasó "por la mente" irse "a casa", pero ha reconocido que tras el incidente se ha vuelto "más conservador" en la ronda transalpina, además de confirmar que el sábado, en la contrarreloj, modificará la posición de sus manos para proteger su hombro dañado.

"Nunca me he roto la clavícula y temía que fuese el caso. Luego me toqué el hombro e instintivamente lo puse de nuevo en su posición. Entonces pensé en todos los sacrificios que había hecho al comienzo de la temporada para el reto Giro-Tour. Pero nunca se me pasó por la mente irme a casa. Como más tarde le dije a un amigo, si me hubiera visto obligado a volver a casa habría necesitado un psicólogo", declaró en la rueda de prensa de la jornada de descanso.

ARU Y PORTE, SUS RIVALES

En este sentido, explicó que se volvió más conservador tras la caída. "Después del accidente he sido más conservador en lugar de atacar tanto ayer como en Campitello Matese. Acabar estas etapas sin perder tiempo era bueno porque todavía hay suficiente terreno por delante. En esta situación, he preferido ser conservador", señaló.

De cara a la contrarreloj del sábado, reconoció que modificará su postura en las manos. "He empleado la jornada de descanso para probar mi posición sobre la bicicleta y, aunque dentro de cinco días debería estar mejor, he decidido abrir ligeramente la posición de mis manos. Me va a hipotecar un poco aerodinámicamente pero pone menos presión sobre mi hombro. En esta situación, creo que es más importante protegerlo", subrayó.

Además, el de Pinto destacó que sus principales rivales siguen siendo "Aru y Porte". "Richie tiene algunas ventajas en la contrarreloj, pero tenemos que ver cómo queda la clasificación después de esa etapa. En cuanto a Aru, es cierto que ha perdido energía. El terreno de Aru es en las altas montañas, como para mí. Aru y Porte son los más peligrosos", dijo.