Cristiano Ronaldo lideró la victoria del Real Madrid en Zaragoza con 3 goles, 16 disparos a puerta y 11 jugadas en el área, participando en gran parte de las 114 jugadas de ataque del equipo y recibiendo 4 faltas, casi todas rematadas con un lanzamiento a pierta del delantero portugués, que se exhibió en su visita a La Romareda y se convirtió junto a Soldado en el primer pichichi de la liga gracias a sus 3 goles, todos remates a un toque gracias a las asistencias de Ozil, Di María y Kaká.
Ronaldo está cada vez más centrado, no responde a las provocaciones continuas del público y se dedica a jugar, correr, regatear y avanzar hacia la meta del rival, ayer Roberto, que sufrió el set en blanco de los de Mourinho en el debut de la liga. El portugués parece también más preocupado por la dinámica ganadora colectiva que por su propio bien personal, porque ya ha entendido que el bien del equipo redunda en su beneficio.
Odiado y amado a la vez por las hinchadas rivales, Ronaldo no deja inidferente a nadie, incluído el aficionado que acudió al campo con unas gafas de nadas denominadas anti Mou para evitar que le puedan meter el dedo en el ojo. Ante todo buen humor, hay que seguir disfrutando del verano.