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Danny León: "El miedo que tenemos es que los JJOO cambien la esencia de este arte urbano"
- El 'León de Móstoles', es uno de los mejores patinadores del mundo
Danny León, el León de Móstoles, es uno de los mejores patinadores del mundo.
Tras quedar noveno en Tokio, y a un paso de la final, su objetivo es clasificarse esta semana en el preolímpico de Budapest para llegar a los Juegos de París, pelear por las medallas y disfrutar de la experiencia completa para compartir Villa con otros deportistas de renombre como Rafa Nadal o Carlos Alcaraz.
León (Móstoles, Madrid, 1994) es la gran referencia del skate español. Pese a que viaja por todo el mundo y está cumpliendo sueños constantemente subido encima de una tabla, siempre regresa a su refugio, el barrio de Los Rosales.
Tiene los valores muy arraigados y sabe muy bien lo que cuestan las cosas y dónde nació su deporte: en la calle. Por eso entiende que muchos patinadores teman que los Juegos "cambien la esencia" de este arte urbano.
¿Cómo afronta el preolímpico?
Competir ahí, con mucha presión, te hace estar un poco nervioso, sobre todo porque intentas innovar sacando trucos nuevos y creativos.
¿Qué rivales se va a encontrar?
Los más fuertes son los skaters de Brasil y Estados Unidos, pero también ha subido muchísimo el nivel en Europa, por eso todo puede pasar.
Y en España, ¿Cómo está el nivel de del skate?
En España está subiendo. Somos cuatro luchando por tres plazas. Al final hay un salto de generación bastante grande. Yo tengo 29 años y el siguiente tiene 18, hay once de diferencia.
Alain Kortabitarte, del País Vasco, ha subido bastante en el ránking, y luego hay otros dos chicos, Peio González y Egoitz Bijueska, que también lo están haciendo bien.
De las tres posibles plazas españolas una se puede decir que es suya
Siendo realistas, muy mal se tiene que dar para no clasificarme. Voy de cabeza, estoy yendo con todo, he puesto toda la carne en el asador y espero tener la recompensa.
Me lo juego todo en Budapest pero hemos hecho muy buen trabajo durante estos años y creo que se ha visto recompensado en los puntos y cómo voy en el ránking. Aún así todo puede ser porque depende también de los demás.
¿Qué recuerda de los Juegos de Tokio?
Lo único que ha cambiado de Tokio a París es que ahora tengo la rodilla bien, que fui a Tokio con el ligamento cruzado anterior roto. Después de Tokio decidí operarme y me noto más fuerte.
Hago trucos que antes no me atrevía por si se me salía la rodilla y creo que ha mejorado bastante. También por mi forma de ser y mi creatividad creo que he mejorado.
¿Cómo definiría su estilo?
Creo que soy bastante creativo. Intento sacar cosas nuevas que a lo mejor la gente no ha intentado antes en campeonatos y tengo mis trucos propios, que trato de hacerlos muy limpios y que parezcan fáciles, como elegantes, pero luego cuando lo intentas ves que no es tan fácil.
¿Dónde encuentra la inspiración o en qué se inspira?
Me inspiro en vídeos antiguos. Digamos que las nuevas generaciones han aprendido con skaters que han visto en campeonatos, pero yo intento ver vídeos antiguos, ver cosas que hacía yo también de pequeño y darle un punto de creatividad.
Ahora mismo estoy patinando, haciendo un truco y pienso que si lo mezclo con otro puedo sacar algo nuevo, aunque a veces también depende de dónde lo hagas y cómo hagas. También tiene una parte subjetiva porque aquí lo que cuenta es el estilo.
¿Qué se va a encontrar en París?
Nosotros no sabemos cómo va a ser el diseño del skatepark hasta dos o tres semanas antes. Y saberlo es importante por conocer las diferentes alturas o lo que quiera hacer el diseñador que luego influye en la competición. Cuando lo sabes, sobre el papel, puedes pensar que tiras por aquí o por allá.
Yo muchas veces sueño con ello pero hasta que no llegas y lo ves con tus propios ojos no puedes definirte bien. A lo mejor puede haber un fallo de construcción que te haga rebotar la tabla en un sitio o en otro.
Entonces todo puede cambiar. El skate es una competición muy rápida, que se define en un momento puntual. Un fallo y te quedas fuera.
¿Y cómo gestiona jugarse todo o nada en un corto espacio de tiempo?
Yo me pongo muy nervioso, sea el campeonato que sea. Da igual que sea el campeonato más grande del mundo que el campeonato del barrio ahí en Móstoles. El momento y lo que tengo que hacer es lo que me pone nervioso aunque también ese es el momento en el que más valor saco para hacer las cosas.
Es lo que me pone nervioso, pero a la vez es cuando más valor saco y intento hacer cosas. Cuando fallo me permito estar mal un día o dos para luego volver más fuerte. Recuerdo que en Tokio quedé noveno a un paso de la final y ese momento fue duro.
Lo que hice fue comprarme un billete para irme a Galicia a otro evento, a Marisquiño, que es una tradición, y estuve con mis amigos. Estuve mal pero luego al siguiente competí y gané el campeonato de allí.
¿Han notado algo de rechazo de deportistas de modalidades más tradicionales o les tratan de tú a tú?
Somos compañeros y no pasa nada. El skate es un deporte con una mente muy abierta, nos da igual. Respetamos todos los gustos y creencias religiosas o políticas. Al final vamos en una tabla con cuatro ruedas. El skate es muy abierto y muy cerrado a la vez.
También un poco hater, que odia a todos los deportes en sí, hasta a los propios skaters, porque son muy puros de esto. Somos súper abiertos y súper libres. Yo creo que eso atrae a mucha gente, a muchos deportistas y no tenemos guerrilla con nadie.
La única guerrilla que te puedo decir es que los de kárate estaban picados en Tokio porque entraba el skate y luego salía el kárate.
Habrá escuchado que el skate es un deporte muy raro para estar en los Juegos
Hace poco escuché una entrevista en la que uno decía que no entendía cómo el skate era olímpico porque no es un deporte de saltar y correr. El skate es justo eso. Es con una tabla pero tiene mucho físico. Tenemos que hacer mucho trabajo de pierna, saltamos, es súper creativo.
Creo que es merecedor de estar en unos Juegos Olímpicos de sobra. El miedo que tenemos es que al ser un arte urbano que viene de la calle quieran que se cambie la esencia. El skate tiene una cultura propia con unos valores concretos. Eso es el principal valor que tenemos.
Yo si el skate no fuera olímpico seguiría patinando con mis amigos. Yo lo llevo enganchado a mi brazo siempre. No he sentido el rechazo de nadie.
¿Cómo viaja a las competiciones?
Viajo con dos o tres tablas por si acaso se me parte una. Las tablas y las zapatillas me duran una semana. El desgaste de la lija es muy grande a nivel profesional.
Y en el caso de las ruedas duran dos meses más o menos. Depende también de dónde patines y cuánto patines.
¿Cómo es compartir Villa con deportistas que has visto por la tele?
Ver a Saúl Craviotto o Pau Gasol en una Villa es una pasada. Soy bastante tímido a la hora de hablar con otro deportista y no siento el rechazo de ello pero al final los skaters somos las ratillas que han llegado en el último momento y que vamos muy a nuestra bola.
Tenemos una personalidad muy propia y nos da igual lo que piensen de nosotros. Entonces vamos muy por libre. Por ejemplo, me encantaría ver a Rafa Nadal o Carlos Alcaraz y compartir momentos con ellos en la villa.
¿Se puede vivir del skate en España?
Yo ahora mismo me dedico cien por cien al skate pero desde antes incluso de que fuera olímpico ya me dedicaba a ello.
Es un mundo más pequeño, con poca visibilidad, pero tenemos nuestro propio mundillo creado y para poder vivir de ello a lo mejor tienes que estar en el top ganando campeonatos y creando contenidos.
Con los Juegos ahora más gente puede llegar a vivir de ello con becas, con más ayudas y hay más marcas aunque es difícil porque esto te puede llegar hasta los 35 o 40 años. Eso ya depende del cuerpo de cada uno. Yo ahora vivo de ello pero hay mucha gente que más que vivir sobrevive.
¿Qué le parece que haya federaciones internacionales como la de atletismo que den premios en metálico a sus deportistas más allá del premio que les puedan dar en su país?
A mí me parece genial. Al final conozco deportes como la gimnasia, que ves que ganan una medalla y luego están buscando un trabajo y malviviendo.
Es decir, has representado a tu país y creo que es lógico que haya una compensación económica en el sentido de un premio.
Has dedicado muchos años solo al deporte a representar a tu país y eso de algún modo creo que debería ser recompensado. Al final inspiras a mucha gente y el deporte es salud, motivación y ganas de vivir.
¿Ha pensado alguna vez a qué se va a dedicar después de esta etapa profesional o no lo ha llegado a pensar?
No sé. Esa es una edad que puede ser como referencia pero hay grandes skaters que con más años siguen estando arriba. Un ejemplo es Tony Hawk, que con 56 años sigue patinando muy bien.
Muchas veces no es hasta donde llegues sino que una lesión te puede sacar. Yo en cualquier caso tengo mi propia marca de lijas y mi escuela. Puedes crear tu marca. Estoy invirtiendo en mi futuro aunque quiero seguir ligado al skate toda la vida.