Alaba, Burgos Bengoetxea y Carvajal | AGENCIAS
(Actualizado

El Real Madrid regresó a los entrenamientos aislándose de la indignación que siente el club por el arbitraje del vasco Ricardo de Burgos Bengoetxea en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, en el empate liguero ante el Sevilla, y desviando el foco a lo deportivo con el regreso de la Liga de Campeones en la primera sesión antes de la visita al Braga.

Tendrá dos entrenamientos Carlo Ancelotti para preparar el encuentro de la tercera jornada de la fase de grupos, solamente uno con todos sus jugadores disponibles. El domingo separó a los que fueron titulares en el estadio del Sevilla de los suplentes y Dani Ceballos se ausentó por el problema muscular que arrastra desde el jueves en el cuádriceps de la pierna derecha.

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Con más intensidad se ejercitaron Andriy Lunin, Lucas Vázquez, Fran García, Eduardo Camavinga, Luka Modric, Brahim Díaz y Joselu Mato en un grupo reforzado por canteranos del Real Madrid. Ancelotti mostró su enfado durante varias fases del encuentro en Sevilla, saliéndose de la zona técnica del

banquillo y reclamando a De Burgos Bengoetxea varias acciones. En rueda de prensa tiró de ironía, como él mismo reconoció posteriormente a los medios del club blanco, para evitar una sanción y no mostró la indignación que siente.

Es la misma que reina en las altas esferas del club blanco, que no comprenden la acción del gol anulado a Jude Bellingham, con el colegiado deteniendo el juego por una falta no señalada de Antonio Rüdiger sobre Lucas Ocampos, más lo que interpretan como un penalti claro no señalado de Jesús Navas al brasileño Vinícius Junior.

Vinícius lamenta otro "triste episodio" racista

El futbolista del Real Madrid volvió a sufrir un acto racista por parte de un aficionado que le dedicó gestos de mono, que rápidamente fue identificado por el Sevilla y expulsado del Sánchez-Pizjuán, y denunció haberlos recibido también de un menor de edad.

Los jugadores, según apuntan a Efe fuentes del vestuario, están enfadados por el arbitraje recibido y no encuentran explicaciones a varias decisiones que consideran afectaron al desarrollo del encuentro. Pero saben que ya deben dejar atrás el capítulo de Sevilla y centrarse en la Liga de Campeones, con la oportunidad que tienen en Braga el martes de dejar su pase a octavos de final prácticamente sentenciado con un triunfo.