Real Madrid juvenil | @lafabricacrm
(Actualizado

El Real Madrid mostró un respeto máximo a la competición de la Liga de Campeones Juvenil y, pese a encarar el duelo del Alfredo di Stéfano ante el Celtic ya clasificado a octavos de final, primero de forma matemática, mostró poderío con una goleada (4-1) iniciada a las ocho segundos de partido, que pudo ser mayor si no es por las paradas de Toby Oluwayemi.

Desde el pitido inicial, con Gonzalo cabeceando el balón en largo tras el saque de centro e Iker Bravo apareciendo con calidad para controlar en carrera y marcar con un potente disparo de derecha, el Real Madrid mostró su mentalidad. Tardó ocho segundos en ponerse por delante en el marcador.

Y demostró que tenía hambre de más, con un disparo de Gonzalo desde la frontal, antes de que a los ocho minutos Yeray firmase el gol del partido con un derechazo a la escuadra desde fuera del área.

El dominio total madridista, con un equipo con rotaciones de Álvaro Arbeloa y jugadores con gana de demostrar, le debieron de conceder la goleada ya al descanso pero lo evitó la inspiración del portero londinense Oluwayemi. Dos grandes paradas a disparos de César Palacios, un mano a mano exhibiendo reflejos, metieron en el partido a un Celtic que golpeó en su primera llegada.

El Real Madrid juvenil certifica su pase a octavos con remontada ante el Leipzig por 2-3

Un desajuste defensivo del equipo de Álvaro Arbeloa, con un mal repliegue, desprotegió el costado izquierdo defensivo desde donde llegó el centro para el remate de Brooks a los 16 minutos anticipándose a la defensa y superando con facilidad a Guillermo Súnico, titular en la portería blanca.

No generó duda alguna en un equipo que cierra la fase de grupos con una pegada demoledora, con 23 goles en seis partidos, pero por si acaso Pol lo dejaba sentenciado a los 29 minutos definiendo con calidad de zurda.

Y en una segunda parte en la que el Real Madrid bajó el ritmo de juego, el broche lo puso Nico Paz, a los 77 minutos, con su quito gol con el que iguala a Palacios como máximo artillero madridista en el torneo, con un latigazo de zurda cruzado desde la frontal.