El judoca español Fran Garrigós, vigente campeón del mundo, se colgó la medalla de bronce en la categoría de hasta 60 kilos en el Grand Slam de Abu Dabi, tras imponerse por ippon al neerlandés Tornike Tsjakadoea en la final de repesca.
Un resultado que confirmó el buen momento de forma en el que el madrileño llegará a los Europeos que se disputarán la próxima semana en la ciudad francesa de Montpellier y en los que Garrigós intentará conquistar su tercera corona continental consecutiva.
Para ello, el pupilo de Quino Ruiz deberá mostrar en Montpellier la misma solidez que exhibió en la final de repesca, en la que Garrigós, número dos de la clasificación mundial, volvió a demostrar su maestría en el judo de suelo, tras derrotar al neerlandés Tsjakadoea con una espectacular inmovilización.
Una técnica que permitió a Garrigós subir a un podio que pareció complicarse notablemente para el español tras caer en su segundo combate por dos waza-ari ante el ruso Ayub Bliev, que compite en Abu Dabi con la condición de atleta internacional neutral.
Derrota que condenó al madrileño, que este curso ya logró la medalla de plata en el Grand Slam de Tel Aviv, a la repesca, en el que Fran Garrigós se aseguró su presencia en la lucha por el bronce tras derrotar al kazajo Nurkanat Serikbayev en la "técnica de oro".