De la peor manera, en el último segundo y en una acción desafortunada, España no podrá defender su título Mundial después de encajar una dura derrota ante Hungría por 12-11, en un partido que dominaba por 9-11 a 2:45 para el final, un encuentro en el que había mandado hasta entonces.
Dicen los técnicos que el waterpolo es un deporte de detalles. En la piscina de la Prefectura de Fukuoka, se demostró. España tuvo contra las cuerdas, prácticamente en la lona a Hungría un par de veces, los 'magyares', una suma de talentos mundiales, solventaron todos los 'match balls' que tuvieron y acabaron ganando.
El guión del partido se escribió cuando Blai Mallarach anotó el 9-11 de un zurdazo. España estuvo a punto de robar en el siguiente ataque, pero Jansik anotó el 10-11 a 2:45.
Jugaba Hungría muy abierta en defensa para impedir el lanzamiento español, con lo que permitía el juego en la boya y España cayó, una, dos veces, en la trampa. En un robo, Vamos puso el empate (11-11), a 1:55.
En el siguiente, no anotaron y a 35 segundos del final, España tuvo una superioridad para rematar el encuentro, pero los 'magyares' bloquearon el lanzamiento. En la última acción, el balón amarillo llegó a la izquierda a Krisztian Manhercz, que remató muy escorado, Unai Aguirre detuvo el balón, pero con la inercia, se lo acabó introduciendo en su meta.
Fue un final de película de miedo para España, que por juego había sido mejor. De hecho, impuso su velocidad en las transiciones y su pegajosa defensa desde el principio.
El primer tanto, obra de Marc Larumbe llegó en una acción así. Se adelantaron los de David Martín y respondió Zalanki, en la primera superioridad de los 'magyares' (1-1).
Un chut de Bernat Sanahuja puso el 2-1 y España tuvo hasta tres ocasiones para escaparse en el marcador, pero apareció el meta Soma Vogel, que se regaló con tres intervenciones de mérito, dos de ellas consecutivas. La igualdad se mantuvo con tantos de Manherc, Bustos y Vigvari, este tras un rebote, para el 3-3 del final del primer tiempo.
El segundo cuarto fue un duelo de porteros, a la exhibición de Vogel se apuntó el meta español, Unai Aguirre. Varga, en un genial remate de espaldas, le dio la primera ventaja a los suyos y Vogel se creció aún más cuando le detuvo un penalti a Felpe Perrone a 3:30 del descanso.
España, con paciencia, no se vino abajo. Apretó en defensa, Aguirre paró un par de acciones, Hungría no aprovechó sus superioridades y los de David Martín impusieron ese juego alegre que tanto le gusta a su entrenador.
Un remate de Munárriz empató el partido (4-4), otro de Felipe Perrone devolvió la ventaja a España (4-5) y el capitán, en un lanzamiento al límite, puso la máxima diferencia a favor de los campeones del mundo (4-6)
Aun abrió aun la brecha, para un parcial 0-4, Sanahuja, que aprovechó una superioridad forzada por Perrone (4-7). Aguirre estuvo a punto de detener un remate franco desde la boya de Jansik que supuso el 5-7 y en un palmeo, jugando con uno más, Angyal puso más presión a España (6-7) con 3:30 del tercer cuarto por jugarse.
Y en un intercambio de goles (Munárriz y Nemeth), el partido se quedó listo para sentencia (7-8) para los últimos ocho minutos. Un palmeo de Toro puso el 7-9, con goles de uno y otro se llegó hasta el 9-11 y al fatídico final. Espera Serbia en la final de consolación, un bronce también es un premio.