España tendrá que esperar al viernes y derrotar a Rusia para segurarse su pase a la segunda fase del campeonato de Europa de balonmano. Los de Valero Rivera no jugaron tan bien frente a Hungría como lo habían hecho el lunes frente a los todopoderosos franceses y no lograron la clasificación matemática, que sí se hubiera conseguido en caso de victoria. Empate a 24 goles, igualada lograda por los húngaros con el tiempo cumplido y gracias a un penalty señalado con polémica en el último instante del partido, sobre todo teniendo en cuenta que 10 segundos antes no se señaló infracción en la entrada desde el extremo de Roberto García Parrondo, que fue derribado por un defensa magiar.
La selección no fue tan eficaz como frente a Francia. No hubo contragolpes ni robos en defensa, se llegó al descanso con un gol en contra (11-12) y los goles españoles llegaban en su mayor parte gracias a los lanzamientos de penalty de Iker Romero y Cañellas. La segunda mitad se desarrolló con diferencias de uno y dos goles a favor de la roja, pero no aprovecharon el último ataque y sí lo hicieron los rivales, que celebraron el empate como si hubieran conseguido un título. El viernes a las 18.15 horas nuevo duelo, el tercero y último de la primera fase, frente a Rusia.