Esperando a Vinícius, 29 días sin marcar
El brasileño Vinícius Junior no se encuentra en. 29 días sin marcar, solo dos dianas en los nueve partidos que ha disputado, a los que suma un pase de gol; muy lejos de los guarismos con los que confirmó su irrupción en la élite en las dos temporadas precedentes.
A estas alturas de competición liguera, en la 2021-2022, llevaba cinco goles y tres asistencias; mientras que en la 2022-2023 sumaba seis tantos y tres asistencias.
De los 12 partidos que ha disputado el Real Madrid en LaLiga, tres se los perdió Vini por una lesión muscular y en otro solo disputó la última media hora. Unas molestias que quedan ya lejos, pero tras las que no se ha visto de forma regular en Vinícius de años anteriores, y el que necesita el conjunto blanco.
Solo contra Osasuna el 7 de octubre en el Santiago Bernabéu, con tanto y asistencia, sus dos últimas aportaciones directas de gol en Liga, se vio a ese Vinícius desequilibrante y diferencial. Fue justo cuatro días después de firmar una gran noche en Champions en Nápoles.
Una competición en la que sus números sí son relevantes. Gol en Italia y dos asistencias en Braga. Tres aportaciones para el gol en los dos encuentros disputados.
Pero a Vinícius le falta trasladar ese poderío a una LaLiga que desde este domingo lidera el Girona en solitario tras el pinchazo del Real Madrid contra el Rayo Vallecano (0-0) en el Santiago Bernabéu.
Un encuentro en el que Vini estuvo bien parado por el debutante en un once franjirojo, el rumano Andrei Ratiu, quien sobrevivió con una amarilla desde el minuto 45, y por las ayudas planteadas por el técnico visitante Francisco.
Lo intentó el brasileño, pero no logró meterse en un encuentro del que, por las críticas al arbitraje, empezó a desconectarse pronto del mismo. Primero con un codazo de Abdul Mumin que el colegiado José Luis Munuera Montero no apreció.
Aunque la desesperación de Vinícius creció desde el minuto 74, cuando vio una cartulina amarilla por protestar con vehemencia la decisión del árbitro de señalar una falta del francés Eduardo Camavinga.
Gritó al suelo delante de Munuera Montero, se giró y repitió un gesto que el colegiado sancionó con una amarilla que cabreó a un Vini que en el minuto 66 pudo romper su sequía de 29 días sin marcar, pero su tanto fue anulado por un fuera de juego previo del español Joselu Mato.
Desde entonces, más pendiente de las protestas que de la necesidad que reflejaba el marcador. Protestas al cuarto árbitro con el juego parado, clamando al cielo en el minuto 83 por una falta señalada en contra del Real Madrid… y encarado con Stole Dimitrevski en el minuto 90 después de que este se dejase caer en una acción en la que el mismo ‘Vini’ intentó arrebatarle el balón para sacar rápido un córner.
Protagonista en protestas y no en el desborde y la urgencia de su equipo, que pasó de querer dar un golpe de autoridad tras la victoria en Barcelona a dejarse dos puntos en el Santiago Bernabéu.
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