El tenista suizo Roger Federer ha reconocido que tiene un "vínculo" mayor con Rafa Nadal que el que tiene con el serbio Novak Djokovic o el escocés Andy Murray, además de reconocer que los rankings hoy en día para él "son secundarios", y de confesar que en el 2013 no debió "haber jugado algunos torneos" ya que "no" se sentía "bien".
"He hecho y he vivido mucho con él -Nadal-. Desde partidos a cinco sets, hasta promocionar un torneo en Catar, también jugar el 'partido por África'. Y he ido a cenar con él. Conozco bien a su familia, conozco a su madre, su padre y su hermana. Nuestro vínculo es mayor que el que tengo con Novak -Djokovic- o Andy -Murray. Y por esa razón me siento más cercano y más conectado con Rafa", confesó Federer, en declaraciones a la revista GQ en su versión australiana, recogidas por Europa Press.
HABLÓ DE SUS SENTIMIENTOS ACTUALES
En relación a la amistad entre tenistas, Federer habló sobre si se puede ser amigo de los rivales a raíz de su buena relación con Lleyton Hewitt. "No estoy seguro de cómo de cercanos somos como amigos. Será interesante ver cuánto estaremos en contacto una vez estemos fuera del circuito. Pero mientras sigamos jugando no se puede saber. Me considero cercano al resto de colegas porque nos conocemos unos a los otros", precisó.
El exnúmero 1 del mundo habló de sus sentimientos actuales con respecto al tenis. "Para mí, el placer se va cuando juego con dolor. Es un sentimiento terrible. Algunas veces en 2013 no debí haber jugado torneos porque no me sentía bien. El problema es cuando voy a la pista y no me siento bien. Todavía no me voy a rendir, no lo haré, nunca me rendiré. Solo me he retirado -de un partido- dos veces, pero nunca una vez que el partido empezó", aseguró.
"Es siempre un pequeño reto hablar de uno y no quiero sonar demasiado creído o humilde. Quizás me siento como un enlace entre la escuela clásica y la versión moderna de hoy. Juego en esta versión más moderna del tenis pero con un estilo clásico. Soy uno de los pocos tenistas que juega el revés a una mano.
Además, el de Basilea reconoce que no le importa su lugar en el ranking -es actualmente el número 8-. "Los rankings no ocupan mi tiempo. Si no puedo ser el número 1 del mundo, para mí los rankings son secundarios. Es más sobre metas a largo plazo, como decir, 'quiero ser el número 1 otra vez para el próximo US Open', indicó".
Para acabar, Federer habló del cambio en su temperamento a raíz de romper una raqueta en Hamburgo. "Sí, fue en el 2001 y fue cuando tenía 20 años. Recuerdo aquel momento. Desde entonces decidí ser más calmado, callarme en la pista. Estuve con ese proceso durante dos años, hasta que me sentó cómodo tanto dentro como fuera de la pista. Sentía que tenía que cambiar y lo hice rápido, pero a veces cambiar no es rápido. Tienes que tomarte tu tiempo", finalizó.