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Justo a tiempo, el Urbas Fuenlabrada resolvió sus dificultades para ganar fuera de casa en el momento clave: la final del Coliséum de Burgos. Una victoria (66-83) que les vale poder celebrar la próxima temporada sus bodas de plata con la ACB, ya que la próxima será su vigésimo quinta campaña en la élite.

Después de solo haber cosechado un triunfo de 16 encuentros fuera del Fernando Martín, el conjunto madrileño fue capaz de levantar esa losa que le impedía vencer a domicilio en el momento más importante y con la máxima presión, cuando ya no tenían más opciones: ganar o esperar dos derrotas rivales, de las cuales una no se dio, ya que perdió Andorra, pero no lo hizo Zaragoza.

66-83. Urbas Fuenlabrada gana y salva la categoría

Lo hizo incluso con suficiencia, marcando desde el principio que iba a llevar la iniciativa con el parcial 0-8 con el que se abrió el duelo en Burgos, y dando el golpe definitivo después de la recuperación local en el tercer parcial, para llevarse once puntos de renta (48-59) al último periodo, que dominó para el 66-83 final.

Una victoria con varias de las señas de identidad de este equipo en sus mejores pasajes de la temporada, como el acierto desde la línea de tres puntos, excelso este sábado con un 44% de acierto (14 triples de 32 intentos), aunque individualmente el protagonista fuera alguien menos habitual en el perímetro, el brasileño Leo Meindl que acertó 5 de sus 8 lanzamientos, un tremendo 63%.

MEINDL Y EYENGA, LAS CARAS DE LA SALVACIÓN

Precisamente el alero brasileño fue uno de los más destacados de la noche burgalesa, con un total de 22 puntos, seis rebotes y dos asistencias para un total de 17 créditos de valoración.

Tras su segunda campaña en el baloncesto español, el cartel del brasileño Leo Meindl ha crecido de manera destacada. Su capacidad atlética en el ataque -más que un triplista, es un consumado penetrador y un buen reboteador- seguramente habrá llamado la atención de muchos equipos. Él mismo confirmó a Efe hace unos meses que había escuchado "algunas cosas" que le ponían "muy contento" pero que le había dicho a su representante que aparcara las propuestas hasta el final de temporada. "Mi ilusión es jugar la Euroliga", reconoció.

El baloncesto como integración social

Otro de los nombres propios de la permanencia fue el alero congoleño Christian Eyenga, en el que después de una temporada amarga -"No he tenido un rol muy grande este año", reconoció a Efe en la víspera del encuentro- fue clave en las dos últimas victorias de la temporada.

Si ante el Río Breogán de Lugo aportó cinco puntos y seis rebotes claves en el tramo final del encuentro para conseguir la victoria (88-65) en el Coliséum de Burgos aumentó su aportación a 10 puntos y 6 capturas. Sus lágrimas sobre el pabellón burgalés fueron, sin duda, una de las imágenes de la salvación fuenlabreña. "He jugado miles de partidos así, sé cómo hay que estar", había advertido.

El Urbas Fuenlabrada se refuerza con Lamar Peters

Su entrenador, Josep María Raventós, ensalzó su partido diciendo que demostró ser "el jugador NBA que fue". "Ha estado estratosférico, estaba en todos los sitios, atacando, defendiendo, machacando el balón. Ha sido el partido perfecto para él", dijo.

Una salvación en la que también ha contribuido activamente con su buen final de campaña el interior serbio Dusan Ristic (18 puntos y 8 rebotes en Burgos) o el base estadounidense Lamar Peters (8 puntos anoche) como refuerzo de última hora. Durante la campaña fueron claves el base esloveno Ziga Samar, merecido miembro del mejor quinteto joven de la Liga (21 años), el escolta nigeriano Obi Emegano o el ala-pívot estadounidense Kwan Cheatham.

BODAS DE PLATA EN ACB

Todos ellos han conseguido que el Fuenlabrada dispute la próxima temporada su campaña número 25 en la élite del baloncesto español. Un éxito que se prolonga durante 17 campañas de forma consecutiva, desde el ascenso de la campaña 2004-05, el segundo de la historia de la entidad, que desde entonces no ha abandonado la máxima categoría del baloncesto español, ya que el descenso de la temporada 2014-15 no se consumó en los despachos.

La humilde ciudad del sur de la Comunidad de Madrid que se enganchó al baloncesto de la mano del Partizán de Belgrado, que tuvo que jugar la Copa de Europa de 1992 en el exilio y acabó ganando la competición hermanado con la afición fuenlabreña hace precisamente 30 años, seguirá disfrutando del baloncesto de alto nivel una temporada más. Una reacción a tiempo lo hizo posible.