El ciclista colombiano Nairo Quintana (Movistar) se ha impuesto con solvencia en la novena etapa, para muchos la más dura de la 100 edición del Giro de Italia, con una llegada en alto al Blockhaus que ha hecho estragos en el pelotón, y que le ha brindado el maillot de líder de la vuelta italiana, acercándole al triunfo final en Milán del próximo 28 de mayo.
Quintana lanzó su demoledor ataque a 4,5 kilómetros del final, dejando atrás al francés Thibaut Pinot (FDJ) y al italiano Vincenzo Nibali (Bahrain Merida), que no pudieron responderle. Dumoulin (Sunweb) y Mollema (Trek Segafredo) formaron, por detrás, un dúo perseguidor que trató de conectar con el colombiano, uniéndose al objetivo de Pinot, pero que no consiguieron toserle.
ACCIDENTE
A 15 kilómetros del final, un accidente manchó una etapa que se preparaba para ser apasionante. Un motorista de la policía italiana estacionó su motocicleta en el borde de la calzada provocando que un ciclista que no pudo esquivarlo se llevara por delante a gran parte del pelotón de cabeza.
Entre los implicados, muchos de los favoritos vieron truncadas sus opciones para la presente edición de la clásica italiana, entre ellos Geraint Thomas y Mikel Landa (Team Sky), cuyo equipo fue el más afectado, o Adam Yates (Orica-Scott), entre otros.
Movistar hizo un gran trabajo durante toda la etapa, primero imponiendo un ritmo alto durante los llanos para acabar con la ventaja de los escapados del día y, una vez se reagrupó el pelotón, no bajando el pedal para acabar con las aspiraciones de muchos favoritos que fueron quedándose atrás, entre ellos el que era maglia rosa hasta este domingo, Bob Jungels (Quick Step Floors).